(Informe completo de Watching Western Sahara AQUÍ)
Tras analizar más de cien vídeos grabados clandestinamente por periodistas ciudadanos en el Sáhara Occidental, un equipo internacional de expertos en la verificación de vídeos ha encontrado un patrón de violaciones sistemáticas de derechos humanos cometidas por Marruecos contra la población saharaui.
Estas violaciones incluyen el empleo de brutalidad policial e intervenciones violentas contra saharauis que se manifiestan pacíficamente para reivindicar sus derechos básicos: el acceso a la educación, al empleo, a la libertad de expresión y de asamblea y, sobre todo, a la autodeterminación a través de la celebración de un referéndum largamente prometido que ponga fin a 41 años de ocupación marroquí del Sáhara Occidental.
En víspera de la votación del Consejo de Seguridad de la ONU este 27 de abril para renovar el mandato de su misión de paz en el territorio, el equipo de Watching Western Sahara hace público su primer informe anual que resume 12 meses de vídeos grabados y compartidos por testigos oculares y videoactivistas.
«Ante la práctica ausencia de medios extranjeros, de vigilancia por parte de la ONU y de investigación de campo por organizaciones de derechos humanos internacionales, las imágenes grabadas por periodistas ciudadanos ofrecen una de las pocas fuentes sobre los movimientos sociales que se manifiestan en las calles del Sáhara Occidental y arrojan luz sobre los ataques que se producen contra las voces disidentes,» aseguró Madeleine Bair, Editora de Watching Western Sahara. Durante años Bair dirigió el prestigioso Media Lab de la organización de derechos humanos WITNESS, fundada por el cantante Peter Gabriel, y es considerada una de las máximas expertas en verificación de vídeos de derechos humanos.
«A título individual, los vídeos muestran escenas perturbadoras de protestas y represión en el contexto de un estado policial. De manera colectiva, narran la historia de un movimiento social persistente y sostenido en el tiempo, y muestran patrones de abuso que Marruecos no quiere que el mundo vea», resume el informe.
Durante el último año, la plataforma Watching Western Sahara, una iniciativa del Festival Internacional de Cine del Sáhara (FiSahara) incubada por la organización neoyorquina WITNESS Media Lab, han analizado, verificado y contextualizado más de cien vídeos grabados por testigos y ciudadanos periodistas en el Sáhara Occidental. Los vídeos ofrecen una ventana hacia este territorio rico en recursos naturales que también es conocido como la última colonia de África.
«Debido a la ausencia de monitoreo de derechos humanos por parte de la ONU en el Sáhara Occidental, al férreo control de Marruecos sobre la prensa, a la prohibición marroquí contra la presencia de organizaciones de derechos humanos internacionales, y a la frecuente expulsión de periodistas y observadores internacionales del territorio por parte de Marruecos, existe poca documentación que permita analizar en profundidad la situación de los derechos humanos en el Sáhara Occidental bajo ocupación marroquí», dice el informe.
«Y esta escasez podría ser uno de los factores que explican la razón por la que cada mes de abril el Consejo de Seguridad sigue rechazando los llamamientos de saharauis y activistas internacionales a implementar su propio sistema de monitoreo de derechos humanos. Ojos que no ven, corazón que no siente», concluye.
... tras la ocupación española
En 1975 Marruecos y Mauritania invadieron el Sáhara Occidental cuando España, la potencia colonial, se retiraba. Más de cien mil saharauis huyeron de la brutal invasión y se refugiaron en campamentos construidos en el desierto de Argelia, mientras que muchos otros permanecieron en su tierra y viven bajo ocupación hasta hoy. Tras una guerra de 16 años entre Marruecos y el Frente Polisario, y la retirada de Mauritania, en 1991 ambos firmaron un alto el fuego auspiciado por Naciones Unidas bajo la promesa de la celebración de un referéndum de autodeterminación. Este referéndum todavía no se ha celebrado.