Andoni Lubaki

¿Qué tu haces? (o crónica de cómo una foto puede salir en cualquier momento)

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- ¿Qué tu haces Andonio? - me dice Sajhra.

- Escribir - le respondo.

- ¿Para qué?

- Para no olvidarme de las cosas que me pasan aquí.

- ¿Y qué te pasa? - pregunta la niña de 8 años mientras mira el cuaderno de apuntes.

- Muchas cosas.

- ¿Qué cosas?

- Pues las cosas que veo, siento, pienso. Las apunto para luego escribir artículos con eso. - le explico mientras le enseño el cuaderno de apuntes.

- ¿Qué es un artículo? - insiste Sajhra.

- Un texto que se escribe para que la gente sepa lo que pasa en otros sitios del mundo.

- ¿Esto es un artículo? - pregunta mientras señala el cuaderno. 

- No, esto son apuntes.

- ¿Ahí pone mi nombre? 

- Si

- ¿Por qué escribes mi nombre? 

- Porque me quiero acordar de esta conversación.

- ¿Qué es una conversación? - sigue Sajhra en su afán de saberlo todo de todo.

- Es algo que se habla entre dos o más personas sobre alguna cosa. Como tú y tu padre ayer a la noche para que vayas a la escuela cuando te cures.

Sajhra es la niña de mi amigo, traductor, fixer (periodista local que trabaja para periodistas extranjeros como yo en el Sahara) y sombra que se llama Hassana. Sin el estaría perdido aquí. Es el que me da cobijo. Me llevo muy bien con su familia, especialmente con Sajhra, que sigue insistiendo con sus preguntas. Creo que podrá ser buena periodista. Pasa la mayor parte del tiempo en Euskal Herria por un problema de salud que tiene, pero en este viaje hemos coincidido, yo trabajando y ella descansando con su familia en Auserd.

- ¿Te gusta bailar? - me dice Sahjra.

- No, no sé bailar.

- ¿Por qué no? - la niña intenta saciar su curiosidad cada segundo. Yo intento correr escribiendo todas mis impresiones, pero admito que ni el entrevistado más parlanchín es más rápido que Sajhra. 

- No sé.

- A mi si me gusta bailar. ¡Ahora me molesta la luz! - dice mientras un rayo de luz entra en la habitación y le da en la cara. Sajhra tapa con su mano el rayo y sigue preguntándome sobre mil cosas. Uno, que siempre lleva la cámara a su lado, observa con fascinación la escena. ¡¡¡ LA LUZ PERFECTA EN UNA ESCENA PLENAMENTE METAFÓRICA !!! ¡Click!

Sajhra sigue:

- Yo bailo bien. Mi padre me regaló de Mauritania un traje de bailarina rosa y me lo pongo para bailar. ¿Quieres verlo? - y asiento. Pero la niña no ve mi afirmación. Se ha marchado a por su traje de bailarina. Anoto en mi cuaderno: "La luz perfecta y la escena perfecta han durado poco más que un par de segundos. Mañana intentaré hacerle unos retratos con esa luz"

Al día siguiente y tras otro recital de preguntas de Sajhra (esta vez sobre mis amigos en Euskal Herria) intento hacer retratos. Ni la luz, ni el gesto, ni la magia son la misma.

 

(Mañana os enseño a Sajhra bailando, se lo prometí. No vaya a ser que me cosa a preguntas otra vez preguntándome sobre los porqués de la no publicación de su foto con el traje de bailarina)