Los Juegos Olímpicos de Río están dando mucho de qué hablar. No será este el blog que os ponga al día con el medallero o el que desgrane las hazañas de Usain Bolt, sin embargo, más allá de lo relativo al deporte, Rio 2016 se está convirtiendo en pantalla de la naturaleza de las mujeres. Que las mujeres tenemos dos tetas o que menstruamos, cada más o menos 28 días, debería ser más obvio y conocido que la halterofilia o el ping-pong, pero los comentarios generados al respecto lo contradicen.
La nadadora china Fu Yuanhui, que se ha llevado a China la medalla de bronce en la prueba de 100 metros espalda, reconoció ante las cámaras de televisión, tras una mala carrera, que estaba con la regla. Fu Yuanhui, que ya era conocida por los medios por su expresividad, sacó a relucir un tema tabú en el deporte y fuera de él.
Si no creen que la menstruación es un fenómeno maldito, sólo hay que indagar en los comentarios de las redes sociales de todo el mundo. Entre los usuarios de Weibo, la versión china de Twitter, había quien se preguntaba cómo había osado meterse en la piscina teniendo la regla, y quien no daba crédito de que el agua no se volviera roja.
Parece alucinante que en pleno siglo veintiuno se hagan este tipo de preguntas, pero cabe destacar que en China, país de Fu Yuanhui, solo un 2% de las mujeres usan tampones.
Los bañadores de las nadadoras o de las jugadoras de volley playa, además de protagonizar más de una portada con poco contenido informativo, también han sido motivo de debate. El excesivo empeño en tapar o descubrir el cuerpo de la mujer hizo viral la imagen de la egipcia Dooa Elhgobashy y la alemana Kira Walkenhorst. La primera solo mostraba los pies, las manos y la cara; la segunda, solo cubría parte del pecho y del pubis y el vello púbico, si es que tenía.
Desde nuestra perspectiva parece más sofocante e incómoda la indumentaria egipcia, aunque que en cada salto una tenga que lidiar para que el tanga no se incruste donde no debe... no sé yo si es muy práctico.