Joseba Salbador

La Galea: una atractiva sucesión de playas, acantilados y vistas únicas

La Galea es un extenso paseo que recorre la costa de Getxo en una sucesión de acantilados, playas y pequeñas bahías, con atractivos como el puerto viejo de Algorta, el molino de Aixerrota o el fuerte de la Galea, además de las mejores vistas del Puerto del Abra.

El molino de Aixerrota.
El molino de Aixerrota.

La franja costera que bordea el municipio de Getxo cuenta con un total de cinco playas, que conforman un recorrido desde el arenal de Areeta hasta la de Barinatxe (La Salvaje), ya en Sopela. Se trata de un tramo muy extenso, de casi 10 kilómetros, que podemos realizar en dos etapas, la primera más urbana, y la segunda en un entorno más natural.

La etapa urbana, de 4,3 kilómetros, la iniciamos en la primera playa, la de Areeta, situada en la zona residencial del mismo nombre, junto a la ría de Bilbo y cerca del Puente de Bizkaia. Es una de las más populares por estar muy bien comunicada.

Junto a esta playa se encuentra el Real Club Marítimo del Abra, y si seguimos el largo paseo del litoral, llegaremos al puerto deportivo de Getxo y al espigón de Arriluze, que alberga la terminal de cruceros del puerto de Bilbo. En este punto comienza la playa de Ereaga, de 880 metros de longitud.

Al otro extremo del arenal encontramos el puerto viejo de Algorta o portu zaharra, un rincón emblemático en el que sobresalen las antiguas casas de los arrantzales apiñadas en empinadas calles y que simbolizan el alma marinera de Getxo. Actualmente estas casas acogen numerosos locales de hostelería.

Siguiendo el litoral, bordeamos Algorta y llegamos a la playa de Arrigunaga, de 630 metros y ya bajo los acantilados de Galea. Es aquí donde podemos comenzar la segunda etapa, de 5,6 kilómetros.

Molino y fuerte

Nada más comenzar, nos encontraremos con el molino de Aixerrota, el edificio más emblemático de Algorta, que fue construido en 1727 debido a una sequía que tuvo lugar a principios del siglo XVIII, y que posibilitó moler trigo sin necesidad de agua. De todos los que se levantaron en Getxo, es el único que aún continúa en pie. Actualmente una empresa de hostelería regenta esta histórica edificación, dedicando el interior del molino a una sala de exposiciones.

El recorrido discurre ya por encima de los acantilados, lo que permite disfrutar aún más de las espectaculares panorámicas del Abra. Al cabo de 1,3 kilómetros nos encontramos con el fuerte de La Galea, también llamado La Atalaya, datado del siglo XVIII, uno de los fuertes mejor conservados de Bizkaia. Se construyó con el objetivo de vigilar el tráfico comercial hacia Bilbo.

Tras ver el fuerte, seguimos hasta Punta Galea, donde se ubica el faro y desde cuyo mirador podemos disfrutar ya de las vistas del mar Cantábrico en su totalidad. Bordeando esta punta, pasamos junto al campo de golf de Neguri para llegar a la playa de Gorrondatxe-Aizkorri, a tres kilómetros del fuerte.

De 850 metros de longitud, se trata de un arenal de acceso algo difícil y alejado del centro de Getxo, aunque muy cercano a la vecina localidad de Berango. Protegido por abruptos acantilados, llama la atención por estar cubierto de césped y conservar parte de su sistema dunar propio.

Los estratos de roca de la playa de Gorrondatxe-Aizkorri están reconocidos como referencia a nivel mundial del periodo Geológico Luteciense. Es por ello que en este lugar se encuentra un «clavo de oro» con el que se distinguen aquellos lugares de especial singularidad y propiedades en el mundo de la estratigrafía.

Y tras pasar la punta de Askorri, entramos ya en la playa de Barinatxe, también conocida con el sobrenombre de La Salvaje. Gracias a su fuerte oleaje y a sus abruptos acantilados, es un lugar perfecto para la práctica del surf y del parapente.

Aunque todavía quedan más playas si seguimos el litoral de Sopela, como la de Arrietara, nosotros terminamos aquí el recorrido por La Galea para dirigirnos a la cercana estación de Larrabasterra, donde podemos coger el metro para regresar a Bilbo.

Recorrido por el Cinturón de Hierro

No muy lejos del paseo de La Galea se encuentra el tramo del Cinturón de Hierro que une Sopela y Berango y cuyas historia podemos conocer en el Memorial del Cinturón de Hierro, el museo de esta histórica linea defensiva que podemos visitar en el aula de cultura de Berango.

El Cinturón de Hierro es una barrera que protegió el Gran Bilbao del ejército franquista durante la Guerra Civil. El tramo que comprende los municipios de Sopela y Berango no es más que una insignificante parte del gran complejo defensivo que rodeaba Bilbo, una pequeña parte del sector 5 (Larrabetzu–Berango). Y es que, las defensas del Cinturón de Hierro se extendían por más de veinte pueblos de Bizkaia, aunque en la actualidad los restos que se conservan no se encuentran en el mejor de los estados.

El Cinturón de Hierro se rompió en Gamiz, Fika y Larrabetzu, a más de 15 kilómetros de esta zona, un hecho que hizo que nunca se utilizase esta barrera defensiva.

En cualquier caso, el tramo que une Sopela y Berango nos regala un bonito recorrido por el cordal de Munarrikolanda, un monte de 255 metros de altitud en el que encontramos pozos de tirador, nidos de ametralladora y conjuntos fortificados, además de unas increíbles vistas sobre la comarca de Uribe.

Como complemento al paseo, Berango acoge el Memorial del Cinturón de Hierro, ubicado en la avenida Simón Otxandategi 64, donde podemos apreciar un buen número de elementos bélicos de aquella época que nos ayudan a comprender el origen y funcionamiento de esta linea defensiva de la Guerra Civil.