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Una sonda japonesa deja en la Tierra muestras de un asteroide y China trae rocas lunares

Tras seis años en el espacio, la sonda japonesa Hayabusa-2 ha regresado a la Tierra, pero solo el tiempo suficiente para dejar caer valiosas muestras de un asteroide en una cápsula que ha aterrizado hoy en Australia. A su vez, las rocas recogidas por una nave China en la Luna viajan hacia la Tierra.

La nave Chang'e-5 dejó la bandera china en el lugar de su misión. (AFP)
La nave Chang'e-5 dejó la bandera china en el lugar de su misión. (AFP)

La sonda japonesa Hayabusa, que comenzó su misión hace seis años para recoger muestras de un remoto asteroide, ha dejado una cápsula con ellas en el sur de Australia, que ha aterrizado asistida por un paracaídas.

El aparato se ha desprendido de la sonda Hayabusa-2 y poco después de su aterrizaje ha sido hallado por un helicóptero en el desierto australiano, con la ayuda de una baliza.

La cápsula de Hayabusa-2 ha recorrido hasta ahora más de 5.200 millones de kilómetros. En su interior hay muestras del asteroide Ryugu, apenas cien miligramos de partículas, tomadas el año pasado con la intención de investigar el origen del Sistema Solar.

Mientras, Hayabusa-2 ha continuado su trayecto hacia otro asteroide, con el nombre de 1998KY26. Los científicos de la agencia espacial japonesa, JAXA, quieren extender su misión diez años.

La sonda, con un peso de unos 600 kilogramos y el tamaño de un frigorífico, fue lanzada el 3 de diciembre de 2014.

Hayabusa-2 estuvo en las proximidades de Ryugu durante año y medio y llegó a marcar el hito de aterrizar en su superficie el 22 de febrero de 2019, por primera vez, y volvió a hacerlo el 11 de julio de 2019.

Después de seis años, llegó a acercarse a 7.000 kilómetros de la Tierra en el punto más próximo de su regreso, mientras la cápsula entraba a la atmósfera.

Origen del Sistema Solar

Los científicos de JAXA esperan que esas muestras permitan conocer detalles sobre el origen del Sistema Solar y, más allá, sobre el origen de la vida.

Aunque a Ryugu se le calcula una existencia de 4.600 millones de años, se cree que ha tenido cambios mínimos desde la formación del Sistema Solar, por lo que puede dar pistas sobre los meteoritos que pueden haber impactado en la Tierra en tiempos pasados.

Protegidas de la luz solar y la radiación dentro de la cápsula, las muestras serán recolectadas, procesadas y luego enviadas a Japón. La mitad del material se compartirá entre la Jaxa, la NASA y otras organizaciones internacionales, y el resto se guardará para futuros estudios a medida que avance la tecnología analítica.

Ryugu tiene unos 900 metros de diámetro y una forma ligeramente cúbica y, como otros planetas menores, está considerado entre los cuerpos más antiguos del Sistema Solar, que pudieron ser los que aportaron agua o materiales orgánicos al Planeta.

Yuichi Tsuda ha calificado el regreso de la sonda como «un evento extraordinario en la historia de la humanidad».

Nuevas misiones

En sus nuevas misiones,Hayabusa-2 realizará una serie de órbitas alrededor del sol durante unos seis años para registrar datos sobre el polvo en el espacio interplanetario y observar exoplanetas.

La sonda se acercará a su primer objetivo en julio de 2026. Mientras permanece a cierta distancia del asteroide 2001 CC21, los científicos esperan que sea capaz de fotografiarlo «mientras pasa a alta velocidad».

Luego, Hayabusa-2 se dirigirá hacia su objetivo principal, 1998 KY26, un asteroide esférico con un diámetro de solo 30 metros. Cuando la sonda lo alcance en julio de 2031, estará aproximadamente a 300 millones de kilómetros de la Tierra.

Hayabusa-2 observará y fotografiará el asteroide, pero es poco probable que aterrice y recolecte más muestras, ya que probablemente no tendrá suficiente combustible para traerlas de regreso a la Tierra.

Aún así, llegar al asteroide será un logro, según Seiichiro Watanabe, científico del proyecto y profesor de planetología en la Universidad de Nagoya. «Es como un atleta que ha marcado dos ensayos en la Copa del Mundo de Rugby y trata de competir en los Juegos Olímpicos diez años después de cambiar al patinaje artístico. Nunca pensamos que Hayabusa-2 cumpliría otra misión», explicó.

China trae rocas de la Luna

Otra potencia asiática, China, está a punto de completar otra hazaña espacial. La sonda china Chang'e 5 abandonó la superficie de la Luna el jueves para regresar a la Tierra, el primer intento de traer muestras lunares en más de 40 años.

El módulo, que llegó a la Luna el martes, lo dejó el jueves. Las rocas se colocaron primero en un módulo de ascenso y luego trasladadas a una cápsula de retorno que hace el viaje a la Tierra. Llegará antes de mediados de diciembre, a Mongolia Interior.

Si transcurre sin problemas, China se convertirá en el tercer país en traer de regreso muestras, después de Estados Unidos y la URSS.

El último intento fue soviético, con la misión no tripulada Luna 24 llevada a cabo con éxito en 1976.

La televisión pública china CCTV describió a Chang'e 5 como una de las operaciones «más complicadas y delicadas» del programa espacial nacional. Esta misión era excavar el suelo hasta dos metros de profundidad en un área nunca explorada, el Océano de las Tormentas 

El programa espacial chino ya dio un gran paso a principios de 2019 al aterrizar una máquina en el lado opuesto de la Luna, la primera en la historia.

China, que envió a su primer astronauta al espacio en 2003, ya ha llevado dos pequeños robots a la Luna en 2013 y 2019 y en verano lanzó otra sonda para un viaje de varios meses a Marte, donde prevé utilizar un pequeño robot a control remoto. También planea montar una gran estación espacial para 2022 y en junio completó la constelación de su sistema de navegación Beidou, rival del GPS estadounidense.