La vicepresidenta de la Asociación estatal de Enfermería y Vacunas (Anenvac), Rosa Sancho, ha remarcado en Donostia la necesidad de revisar si hay niños a los que les falta alguna vacuna ya que con la pandemia de covid se ha detectado que las coberturas de las campañas habituales se han reducido.

Sancho participa en el II Congreso Nacional de Enfermería y Vacunas organizado por Anenvac con la colaboración del Colegio Oficial de Enfermería de Gipuzkoa (COEGI) y la Facultad de Medicina y Enfermería de la UPV/EHU que se celebra hasta el viernes en la capital guipuzcoana bajo el lema «Enfermera activa, liderando la vacunación».

La vicepresidenta de Anenvac ha incidido que además «hay que llevar a cabo la actividad que se hace normalmente de evaluación continua sobre si hay que incorporar o no nuevas profilaxis».

Durante los primeros meses de pandemia los centros limitaron su actividad, la población tenía miedo a ir a un ambulatorio y todos los recursos estaban volcados en la enfermedad, por lo que los programas habituales de vacunación se vieron resentidos, ha indicado.

Las inoculaciones en los más pequeños se han recuperado, ya que «se hizo un llamamiento para que, por lo menos las de los dos primeros años de vida, se hicieran con normalidad», pero habrá que revisar, sobre todo los niños de entre 4 y 5 años, por si ha quedado alguno sin vacuna, ha precisado.

«En el caso de la población adulta, que es más remisa, ha quedado un poco apartada de la captación activa de la gente para vacunar», ha indicado.

Sancho ha reconocido que «nadie sabe cómo se va comportar la covid en invierno» porque en la lucha contra esta enfermedad «se ha ido aprendiendo día a día», pero «no es previsible» que vuelvan las campañas de vacunación masiva.

«Puede haber picos» y se desconoce el grado de inmunidad que conservarán las personas mayores o si requerirán más dosis de refuerzo, ha indicado.

En el caso de los niños, aunque se sigue recomendando, la cobertura vacunal no ha sido alta porque la enfermedad en este segmento de edad no presenta gravedad en la mayoría de los casos, salvo que se produzca en personas con una patología y además los preparados existentes en el mercado no cortan la transmisión.

Por ello, con el ritmo de pinchazos actual se prevé que se tiren «miles de dosis» salvo que los laboratorios hagan estudios de resistencia de antígeno, como lo han hecho en otras ocasiones, y amplíen la fecha de caducidad.

Sancho ha participado en una mesa redonda junto con la coordinadora del Instituto de Investigación del Consejo General de Enfermería, Guadalupe Fontán, en la que han explicado la colaboración entre las Sociedades Científicas Enfermeras (SSCCEE) y el Consejo General de Enfermería durante la pandemia para explicar las pautas y actuaciones a los profesionales y la sociedad.