Un grupo de investigadores ha observado alteraciones de los niveles de seis proteínas hasta dos años antes del diagnóstico del cáncer de mama en mujeres con alto riesgo de padecerlo, lo que constituye un posible biomarcador de detección precoz que además se puede obtener con un análisis de sangre.
Esta investigación, liderada por científicos de la Universidad de Leiden en los Países Bajos, es uno de los estudios que se han presentado este miércoles en el Congreso Europeo de Cáncer de Mama, que se celebra en Barcelona.
Es el mayor congreso de cáncer de mama fuera de Estados Unidos y congregará hasta el viernes en torno a 1.500 personas de ochenta países en el Centro de Convenciones Internacional de Barcelona (CCIB).
Organizado por la sociedad europea de especialistas en cáncer de mama Eusoma, la Organización Europea para la Investigación y Tratamiento del Cáncer (EORTC, siglas en inglés), y la coalición internacional de pacientes Europa Donna, el congreso aborda las novedades en todo el espectro de esta enfermedad, desde detección, tratamiento, atención a la paciente o el impacto del estilo de vida.
En este cónclave se han presentado las últimas novedades sobre el estudio de pruebas de detección precoz Testbreast, iniciado en 2011 por el profesor Rob Tollenaar y la doctora Wilma Mesker, de Universidad de Leiden en los Países Bajos.
Este estudio incluye en la actualidad a 1.174 mujeres que presentan un alto riesgo de cáncer de mama, sea por sus antecedentes familiares o porque portan variantes genéticas que se sabe que aumentan ese riesgo.
En una rueda de prensa, la doctora Mesker ha explicado que son casos como el de la actriz norteamericana Angelina Jolie, que decidió someterse a una doble mastectomía preventiva porque tenía un 87% de posibilidades de padecer cáncer de mama por una alteración del gen BRCA1.
«Son pacientes que tienen un elevado componente genético y es necesario hacer controles frecuentemente y a edades tempranas para detectarlo a tiempo, tener más opciones en las decisiones clínicas y en el tratamiento, y salvar vidas», ha indicado Mesker.
Diferencias claras
Hasta ahora, los investigadores han realizado análisis detallados de treinta muestras de sangre tomadas a lo largo de los últimos años de tres mujeres a las que finalmente se les diagnóstico cáncer de mama y de tres que hasta el presente no lo han desarrollado.
Los investigadores han encontrado diferencias claras entre las mujeres a lo largo del tiempo y han identificado un conjunto de seis proteínas que estaban en niveles más altos o más bajos hasta dos años antes del diagnóstico del cáncer.
«Estas proteínas podrían formar la base de un análisis de sangre para la detección temprana del cáncer de mama en mujeres con mayor riesgo», ha indicado por su parte la también investigadora del estudio Sophie Hagenaars.
Los investigadores plantean validar sus hallazgos en un grupo más grande de mujeres con y sin cáncer de mama que participan en el proyecto TESTBREAST y en mujeres que forman parte de otros estudios de investigación, para demostrar que esta prueba puede usarse como un complemento a las técnicas de detección existentes.
La ventaja es que «los análisis de sangre son relativamente simples y no particularmente dolorosos para la mayoría de las personas, por lo que se les podría ofrecer pruebas de detección con la frecuencia que sea necesaria», ha destacado Hagenaars.