«Tina Turner, la 'Reina del Rock'n Roll' ha fallecido hoy en paz a la edad de 83 años tras una larga enfermedad en su casa de Küsnacht, cerca de Zúrich, Suiza. Con ella, el mundo pierde una leyenda de la música y un modelo a seguir». Con este escueto comunicado hecho público por su representante, conocíamos la noticia del fallecimiento de la última gran estrella femenina del rock and roll.
Nacida como Anna Mae Bullock el 26 de noviembre de 1939 en Nutbush (Tennessee), la artista tuvo que lidiar a lo largo de su vida con multitud de obstáculos en un mundo, el del rock and roll, en el que no era fácil triunfar siendo mujer y además negra. A pesar de todo, la cantante y bailarina supo sobreponerse a todos los impedimentos que se le pusieron por delante, y salir reforzada de cada nuevo golpe, como un icono de la feminidad y del empoderamiento, y como una auténtica leyenda del rock.
Leyenda que comenzó en los años 60 del siglo pasado, cuando, junto a su marido Ike Turner, formaría un dueto que cosechó grandes éxitos inolvidables, que ya se han convertido en himnos del soul, género al que supieron dotar de una nueva energía. Para la historia quedan las salvajes interpretaciones de ‘Proud Mary’, ‘River Deep-Mountain High’ o ‘Nutbush city limits’, entre otros. Temas con los que empezamos a conocer a una artista total, que sabía cantar, bailar y dominar el escenario a su antojo.
Una brillante carrera en solitario
Tras más de una decena de discos y casi dos décadas de éxitos, la pareja se divorció en 1976, tras los abusos sufridos por parte de Ike, que Tina Turner reveló en 1986 en su autobiografía ‘I, Tina: My Life Story’.
A partir de este momento, la cantante inicia una brillante carrera en solitario, que tendría su punto álgido con la publicación en 1984 del disco ‘Private dancer’, producido por Mark Knopfler, líder de Dire Straits, que la consagraría como la gran estrella de una década en la que todavía tenían que suceder muchas cosas. Y es que no cabe duda de que, si tenemos que elegir un icono musical de los 80, más allá de las hombreras, los calentadores, la provocación de artistas como Madonna, y las modas horteras, sin duda nos quedaríamos con Tina Turner, quien junto a Michael Jackson, dominó a su antojo una industria musical rendida a sus pies, tal y como indica el hecho de que 6 de los 8 premios Grammy (¡en 21 nominaciones!) que obtuvo a lo largo de su carrera, los ganó en esta década.
Y si los años 80 fueron brillantes para ella, no lo fue menos la siguiente década, donde obtuvo el éxito masivo con grandes giras con las que recorrió todo el mundo, confirmando su importancia en la historia de la música, traspasando géneros musicales y estilos, y convirtiéndose en un ejemplo de empoderamiento para las mujeres, con esa seguridad que demostraba en cada una de sus apariciones.
Un ejemplo de dignidad
Tina Turner supo mantener con una dignidad impecable una carrera de más de 50 años, y siempre estuvo muy bien valorada, tanto por la crítica como por el público, dejando para la historia 12 álbumes de estudio y tres discos en directo, y temas imborrables como ‘The Best’, ‘Typical Male’ o ‘What´s love got to do with’, entre otros muchos, aparte de multitud de colaboraciones con otros grandes artistas. Con esa misma dignidad, supo también retirarse de la música en 2013, cuando decidió dejar los escenarios después de más de 50 años de carrera, para irse a vivir a Suiza, donde ha residido hasta su fallecimiento este miércoles.
La cantante también hizo sus pinitos en el mundo del cine, con apariciones estelares en filmes como ‘Tommy’, ‘Mad Max’ o ‘El último gran héroe’, donde, al igual que en cualquier ámbito de su vida, mostraba un desparpajo y un poderío insuperable.
Ahora llega el momento de despedir a una de las figuras más importantes que ha dado la música. A veces parece que el título de ‘rey o reina de…’ se da muy alegremente a cualquiera, pero en este caso, es innegable que Tina Turner se lleva el título consigo por méritos propios, dejándonos un poco más huérfanos y sumándose a una lista que ya es demasiado larga de grandes artistas que se marchan… eso sí, con los deberes bien hechos y con un gran número de canciones para seguir recordándolos y recordándolas.