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El mundo de Freddie Mercury se expone en Londres antes de ser subastado

Desde el manuscrito de ‘Bohemian Rhapsody’ hasta los ceniceros y chucherías de Freddie Mercury, sin olvidar su colección japonesa, el mundo privado del cantante de Queen se abre al público durante un mes en Londres, antes de que estos «tesoros» sean subastados en Sotheby's.

Corona y capa que Freddie Mercury llevó durante la gira 'The Magic Tour', la última de Queen.
Corona y capa que Freddie Mercury llevó durante la gira 'The Magic Tour', la última de Queen. (Daniel LEAL | AFP)

Tras la fachada de la famosa casa de subastas Sotheby’s, decorada para la ocasión con un gran bigote, se ha recreado el mundo de Freddie Mercury, cantante de Queen fallecido de sida en 1991, en su casa de Garden Lodge, en Kensington, al oeste de la capital británica.

Fue en esta casa donde se guardaron estos «tesoros» durante tres décadas, explica David Macdonald, el «único propietario» encargado de la venta. Paseando por las distintas salas, se pueden admirar piezas emblemáticas como la corona y la capa que la artista lució durante el ‘God Save The Queen’ con el que concluía cada concierto de la última gira de Queen, ‘The Magic Tour’, en 1986.

Según Cécile Bernard, directora general para Europa de Sotheby's, el alcance de la afición de Mercury por Japón es uno de los descubrimientos realizados en vísperas de la exposición –gratuita y abierta hasta el 5 de septiembre, cumpleaños del cantante– y de la serie de seis subastas organizadas en septiembre. Los kimonos, grabados, porcelanas y lacas que coleccionaba representan «una colección completamente única», declara a AFP.

Piano en el que Freddie Mercury compuso 'Bohemian Rhapsody'. (Daniel LEAL | AFP)

El mobiliario capta la atmósfera del Garden Lodge. Una desgastada mesa de cocina, muebles de jardín… Los visitantes pueden imaginar comidas festivas y el tintineo de la vajilla fina, la cuchara que roza el plato sopero decorado con un faisán.

Estos objetos hablan del cuidado y la atención al detalle que Freddie Mercury prodigaba a sus invitados cuando los agasajaba. Estas notas sobre cómo debía colocarse la mesa y sentarse a los invitados son un ejemplo de ello.

«Mongolian Rhapsody»

Destaca la magnífica gramola Wurlitzer de 1941 que el cantante compró para la cocina de su casa, cargada de discos como ‘Hallelujah I Love Her So’ de Ray Charles, ‘Rit It Up’ de Little Richard y ‘Shake, Rattle and Roll’ de Bill Haley.

Los borradores de los grandes éxitos de Queen, en primer lugar ‘Bohemian Rhapsody’, tienen que ver con la música. Quince páginas que revelan las diferentes direcciones que el artista previó para esta canción, que inicialmente iba a llamarse ‘Mongolian Rhapsody’.

Manuscrito de la canción 'Somebody to Love' de Queen, compuesta por Freddie Mercury. (Daniel LEAL | AFP)

La pieza central de la venta, que no fue desvelada hasta el jueves, es el piano Yamaha adquirido en 1975, en el que Freddie Mercury compuso ‘Bohemian Rhapsody’, según Gabriel Heaton, especialista en libros y manuscritos. Sotheby's lo estima entre dos y tres millones de libras esterlinas (entre 2,3 y 3,5 millones de euros).

El camerino de Freddie Mercury también abre sus puertas: sus chaquetas, zapatos, gafas, monos de escenario de lentejuelas y escote abismal, hasta la camiseta de tirantes amarilla Champion que llevó en su último concierto, el 9 de agosto de 1986.

Otro objeto particularmente «conmovedor», según Cécile Bernard, es una colección de poemas anotados con comentarios del joven Farrokh Bulsara, verdadero nombre de Freddie Mercury, junto con un poema de su propia composición.

Sotheby's ha abierto las puertas del vestidor de Freddie Mercury. (Daniel LEAL | AFP)

El mejor homenaje

En total, se ponen a la venta entre 30.000 y 40.000 piezas, explica a AFP Fenella Theis, del departamento de libros y manuscritos. «Cada pieza es autobiográfica» y refleja una de las «muchas, muchas facetas» de la personalidad del artista, señala.

Mary Austin, una de las mejores amigas y antigua compañera del artista, pone a la venta toda la colección. «Le encantaba coleccionar» y «comprar en las subastas», afirma Cécile Bernard, para quien esta venta representa «el mejor homenaje» que se podía rendir a ‘Freddie’.

Parte de la recaudación se destinará a fundaciones implicadas en la lucha contra el sida.