Día de presentación importante en Bilbao. Fito Cabrales, gran ídolo local, se encuentra haciendo la promoción de un trabajo muy especial: el cómic ‘Y por supuesto la luna’, en el que los escritores y periodistas Kike Babas y Kike Turrón –responsables de otras biografías como las de Los Rodriguez, Leño, Los Enemigos o Manu Chao entre otras–, junto con otros diez dibujantes, plasman en viñetas los momentos más importantes de la vida del músico de Zabala, mítico barrio bilbaino donde arranca toda la historia.

Precisamente cerca de Zabala, nos han citado para hacer la entrevista, concretamente en el Almodobar, en La Palanca, un lugar también fundamental en el crecimiento vital de Fito. No había un sitio mejor para quedar, desde luego.

Comenzamos hablando del origen del proyecto, idea que, tal y como explica Kike Babas, surge del vacío que existe en el panorama estatal en este tipo de trabajos artísticos. Sin embargo, añade que también había una segunda intención, relacionada con superar la apatía del día a día, incorporando retos a la vida laboral: «Había algo de desafío personal, habíamos hecho un montón de libros y biografías, y de repente, se nos presentaba la oportunidad de hacer algo diferente, después de tantos años haciendo libros estándar, era un mundo nuevo».

Salieron varios nombres a la palestra, uno de ellos el de Fito, porque tal y como señala Kike Turrón, «había una cercanía y una buena relación con él, y sabíamos que no íbamos a tener que esperar mucho tiempo su respuesta». Y efectivamente, el músico no tardó mucho tiempo en darles el sí, principalmente, por la confianza y el buen hacer habitual de los Kikes: «Me convenció que nos conocemos desde que ambos empezamos, yo con Platero y ellos en El Tubo, y además, me habían pedido varias veces unas líneas en prólogos de algunas biografías de las que han hecho; sabía que no iba a tener que estar pendiente del trabajo continuamente, porque tengo una confianza ciega en ellos», nos cuenta Fito que, añade que, además, le convenció también la idea de que fuera a ser un cómic, género del que se confiesa gran aficionado.

Mucho por dibujar

Ante la duda de si todavía quedaba algo por contar sobre la vida del artista, después de las diferentes biografías que se han escrito, y las decenas de letras propias que, en cierto modo, también cuentan episodios personales, la respuesta es rápida: «lógicamente, todos sabemos casi todo sobre Fito, y los datos están al alcance de cualquiera, pero lo que quedaba era dibujar toda esa historia tan apasionante», indica Kike Turrón.

«Tener una vida como la de Fito es un caramelo para cualquier escritor, pero lo importante es que quiera mostrarlo», destaca Kike Turrón

Y es que, más allá del valor biográfico de la obra, Fito destaca la valía artística del proyecto: «Si la historia que se cuenta funciona, el cómic tiene sentido. El valor que le doy a este trabajo es que, tanto los dibujantes como los Kikes, han conseguido darle validez como cómic. He tenido que hacer un ejercicio de olvidarme que yo soy el protagonista, pero incluso si yo no hubiera existido, podía haberse hecho igual porque, al final, se cuenta la historia de un personaje con el que la gente, sobre todo las personas que hayan estado en bandas, se van a ver reflejados en muchas viñetas».

Como decimos, el proyecto ha sido llevado a cabo por los Kikes junto a diez dibujantes, idea que los creadores del cómic tomaron, nuevamente, del mundo anglosajón, y así lo cuenta Kike Babas: «Cuando quieres saber cómo se hace el rock and roll, lo que haces es mirar lo que hacía Chuck Berry ¿no? Pues esto es igual, y lo que hicimos fue tomar como referencia un cómic sobre la historia de ‘Morrison Hotel’ de The Doors, con guion de Leah Moore, y en el que participaba un dibujante en cada capítulo. Al final, en el arte nadie inventa nada, y todo el mundo copia… luego ya, cada uno aporta su personalidad propia».

«Había algo de desafío personal, habíamos hecho un montón de libros y biografías, y de repente, se nos presentaba la oportunidad de hacer algo diferente, después de tantos años haciendo libros estándar, era un mundo», recuerda  Kike Babas

Todo este trabajo colaborativo ha hecho que sea uno de los proyectos que, de manera más rápida, han llevado a cabo los escritores, acostumbrados a procesos de casi diez años para sacar biografías, como las de Los Rodriguez o la de Leño.

Pura honestidad

Los acontecimientos que se cuentan van desde el nacimiento del músico hasta el final de su última gira, es decir, prácticamente hasta anteayer, y en la forma de relatar los acontecimientos, destaca también la disposición absoluta de Fito a la hora de contarlo todo, sin ningún tipo de filtros, y sin esconderse ante temas que, a priori, podrían ser más peliagudos como, por ejemplo, el consumo de drogas.

Una honestidad que los autores del guion valoran: «Tener una vida como la de Fito es un caramelo para cualquier escritor, pero lo importante es que quiera mostrarlo; nosotros siempre hacemos biografías autorizadas, pero sin hacer amarillismo, si alguien compra esto es porque le gustan las canciones de Fito, a partir de ahí, ya es secundario si ha tenido un periodo de sequía creativa, o si hubo una época en que anduvo tonteando por los baños de los bares», afirma Turrón, antes de que Fito señale la importancia de abordar estas temáticas: «si vas a contar la historia del rock and roll y no hablas de la droga, yo no compro ese libro… igual que, si hablas de mí tienes que hablar del speed, porque ha sido parte importante en mi vida, y también ha estado muy presente en mi faceta creativa. Esto tiene un lado poético, que es que siempre acaba mal, pero lo bonito es poder contarlo. Por eso he tratado de contarlo de manera que se pueda normalizar, para que la gente que lo está sufriendo no se sienta culpable».

Nos despedimos planteándole a Fito la posibilidad de hacer una segunda parte en un futuro, contando todo lo que aún está por suceder, ante lo cual tiene claro que siempre hay que estar moviéndose para crear nuevas historias: «Si no tienes un proyecto en la vida, sobras; yo tengo muchas cosas que me entretienen, pero no tengo más pasión que esta: la música».