La organización Brass for Africa (BfA) lleva más de una década prestando apoyo a niños y jóvenes de Uganda, Ruanda y Liberia que viven en entornos de pobreza extrema con existencias duras. Hay huérfanos, niñas convertidas en madres o chavales sin hogar que aprenden a tocar instrumentos y se integran en bandas de música como herramienta para impulsar el cambio social y habilidades para la vida.

Una vez que los estudiantes de música se han familiarizado con los instrumentos y los profesores, empieza el espectáculo. Van tocando por las calles de sus pueblos y comunidades.

La mayoría del personal es africano y todos los profesores de música son antiguos alumnos de sus programas.

Miembros del grupo Brass for Africa durante un descanso en un ensayo previo a una actuación.

Los maestros se desplazan a las comunidades para conocer a sus alumnos y organizan conciertos que ayudan a estos jóvenes a sentirse algo más cómodos y seguros de sí mismos.

Una joven ensaya bajo un mural en el que se puede leer: «La música transforma la vida».

BfA se enfoca en cinco áreas: igualdad de género, inclusión de personas con diferencia funcional, empoderamiento comunitario, preparación laboral y realización del potencial musical. La organización pretende fomentar habilidades que mejoran el día a día y se adquieren a través del aprendizaje de los instrumentos, sobre todo de viento. Estas son la comunicación, concentración, autoconfianza y perseverancia, liderazgo, trabajo en equipo, resiliencia y resolución de problemas.

El instrumento les ayuda a conectar con la música más profundamente, a expresarse. Es la magia de la música.