Su estudio de grabación, el famoso Electric Audio de Chicago, ha confirmado este miércoles la muerte por ataque al corazón de Steve Albini, a los 61 años. Icono del indie rock como productor e intérprete, fue también todo un personaje, cuya vida y obra reflejan también a una época y a una generación.
Steve Albini era un adolescente de Montana que, de pronto, descubrió a los Ramones y se le cambió el mundo. «Fue la primera vez que sentí que había una parte de la cultura que representara la irreverencia, la tontería y el tipo de asco que mis amigos y yo estábamos sintiendo», declaró en una larga entrevista que concedió el pasado año a Jeremy Gordon en ‘The Guardian’, una entrevista de título esclarecedor: ‘La evolución de Steve Albini’. Y allí se narraba la evolución, aclaramos, del chaval que quería ser músico –lo fue, tuvo dos bandas de rock underground, una de ellas Big Black y la otra Shellack, que pasó por el Kafe Antzokia– a productor legendario e irreverente, muy ‘punkie’ en sus declaraciones –reconocía que se había pasado, hasta resultar grosero, al criticar a gente con la que había trabajado... llamó, por ejemplo, a Courtney Love «bestia psicópata»–, pero siempre fue muy leal a sus principios respecto a la música.
Albini fue una leyenda del estudio de grabación, aunque prefería el término ingeniero al de productor, que despreciaba. Grabó ‘In Utero’, de Nirvana, un disco que lo catapultó a la fama; ‘Surfer Rosa’, el álbum debut de los Pixies; ‘Rid of Me’, de PJ Harvey y muchos álbumes clásicos más, y fue muy crítico respecto a las prácticas explotadoras de la industria musical hasta sus últimos años.
«Prefiere que se le acredite como ingeniero, porque describe con mayor precisión su creencia de que el trabajo es simplemente grabar la banda, no darle forma a su sonido –explicaba Gordon en su entrevista–. Tampoco cobra beneficios por ningún disco, sino que opta por una tarifa fija; considera poco ético ganar dinero con el trabajo de un artista de forma indefinida, una práctica que es aceptada en toda la industria (como prueba de tal convicción, consideremos los varios millones de dólares que no ganó por su trabajo con Nirvana). Pero lo más especial es que trabaja con cualquiera, desde el más grande hasta el más pequeño. No es como Bob Rock o Rick Rubin o cualquier productor superestrella cuyas tarifas son imposibles para quien no tenga una mansión de veraneo. Es extremadamente accesible: su correo electrónico es público, al igual que su número de teléfono, y durante las entrevistas que realizamos en Electrical Audio, el estudio de grabación que posee y ha operado durante casi tres décadas, le vi contestar el teléfono fijo varias veces».
Por su estudio Electrical Audio, de Chicago, han pasado muchísimas bandas. Fue un referente. En 2009, Berri Txarrak anunciaba: «Personaje indispensable dentro de la reciente historia del rock independiente, Albini ha grabado entre otros a bandas de la talla de Nirvana, Neurosis, PJ Harvey o Pixies. La grabación del sexto disco de Berri Txarrak dará comienzo el día 4 de Abril de 2009, en los estudios Electrical Audio de Chicago (EEUU)».
De ahí surgió ‘Payola’. A su regreso, los navarros explicaban que grabar con él fue un sueño. «Era un ‘plus’ de exigencia y a la vez todo un reto, no ya sollo por ser quien es él, sino por el valor que le pusimos al lanzarnos a la piscina y grabarlo todo en analógico, sin utilizar ningún ordenador en todo el proceso y grabando todos a la vez en una sala. Tras cuatro años sin grabar, apostamos por dar prioridad al espíritu punk y hacer un disco sucio, de primeras tomas. Nos consta que a más de uno eso le pilló con el pie cambiado, pero era lo que nos pedía el cuerpo y lo seguimos defendiendo a muerte». Hoy, se han querido despedir de él.
Egun tristea musikarentzat.
— Berri Txarrak (@berritxarrak) May 8, 2024
Eskerrik asko guztiagatik,
Albini jauna. 💔🥲 pic.twitter.com/JwU2Xh5kjc