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Mail de Lerre y Soum de Liorry, entre el llano y las cumbres de Larra

El valle guarda en sus entrañas los caminos perdidos de la trashumancia, del contrabando y del pasto veraniego.

Con la retirada de la nieve de los bosques a los collados y cumbres del valle bearnés de Baretous, lugar de encuentro de Zuberoa, con el valle bearnés de Aspe y el navarro Erronkari, regresamos a estas tierras presididas por el picudo Auñamendi. Este valle modesto, solitario y olvidado, guarda en sus entrañas los caminos perdidos de la trashumancia, del contrabando y del pasto veraniego.

Es el momento de la dispersión de los rebaños llegados de ultrapuertos, que llevan a las cabañas pastoriles donde se elaboran sus célebres quesos de oveja y cabra. Pero además el valle de Baretous, que tiene una deuda secular con sus vecinos Erronkari con el Tributo de las Tres Vacas, ha sido una tierra de paso de peregrinos y comerciantes que ha dejado un rico patrimonio en molinos, hospitales, posadas o fortificaciones como el castillo de Guirail.

Entre el pie de monte donde se encuentran pueblos como Arette (Ereta), Aramits (Aramitze), Lanne en Barétous (Landa) entre otros, en el progresivo alzamiento de la montaña que culmina la meseta de Larra, se encuentran en una zona intermedia las cumbres de Mail de Lerre y Soum de Liorry. Cercanas se alzan picudas cumbres como las de Soduze y Soum de Ire, en lo que vienen a ser las montañas intermedias de los densos bosques mixtos de hayedo-abetal. Precisamente entre estas montañas se abre el profundo barranco labrado por el río Le Vert, por donde discurre la carretera que desde Arette gana el collado de Hernaz o de la Piedra de San Martín, tras superar más de mil metros de desnivel.

La Mouline

En la profundidad de esta depresión, en el momento que la carretera inicia su continuada subida hacia Hernaz, se encuentra La Mouline, en el centro de un rellano abierto del bosque. La Mouline constituye un lugar placentero con cuatro casas, además de un hostal, el frontón y un centro de recreo con aparcamiento. El itinerario arranca de este idílico lugar, cruzando en primer lugar el caudaloso río citado por una pasarela que nos llevará a una zona herbosa y llana que cruzaremos rio abajo hasta desembocar en una pista de grava, proveniente de la cercana carretera.

Seguiremos por esta pista dejando cercana a la izquierda la borda Roucam, en el momento que iniciaremos una suave y constante subida bajo la umbría del bosque de Oumbré-del-Hourcq. La pista realiza seis amplias curvas por el perfil de una inclinada loma, lo que permite contemplar la progresiva panorámica que se abre hacia las cercanas cumbres de Larra. Al paso de este tramo nos llamará la atención la verticalidad del monte Soduze y en algún caso veremos el no menos llamativo puntal de Argibiela, en la muga de Zuberoa.

Hasta la cabaña pastoril de Auriste

Las marcas amarillas que jalonan la pista nos llevarán finalmente a un amplio rellano herboso situado en el lomo cimero, donde se encuentra la cabaña pastoril de Auriste (908 m.). A la izquierda queda cercana la rocosa cumbre de Liorry (1012 m.), que podremos ganar en quince minutos, aunque las vistas son reducidas. Desde la cabaña continuaremos ganando altura por un amplio camino, a pleno lomo cimero, despejado de arbolado, lo que permite disfrutar de una amplia panorámica sobre el airoso macizo de Larra, donde destacan las cumbres de Soumcouy, Arlas, Auñamendi o Anie y Leja.

Una vez en la cumbre del Mail de Lerre (1.103 m.), culminaremos la apertura panorámica en 360 grados. En frente queda la erguida pirámide de Ire (1.351 m.), de inclinadas pendientes herbosas, seguido de una sucesión de cordales y cumbres cubiertos de espesos bosques de hayedo-abetal, en la zona de Lourdios-Ichère y la de Issaux. También más lejos llamarán nuestra atención las cumbres del bajo valle de Aspe, dominantes sobre la plana de Oloron. El regreso lo efectuaremos por el mismo itinerario.