APR. 12 2021 - 19:30h Yuri Gagarin se convirtió hace 60 años en el primer humano en llegar al espacio Este 12 de abril se cumplen 60 años desde que el cosmonauta soviético Yuri Gagarin se convirtiese, en 1961, en el primer humano que viajó al espacio, uno de los hitos de la carrera espacial y de la Guerra Fría. Yuri Gagarin en la nave Vostok-1 poco antes del despegue, en 1961. (AFP) NAIZ Hace sesenta años, en 1961, el cosmonauta soviético Yuri Gagarin se convirtió en el primer humano en volar al espacio. Como todos los años, los rusos celebran con emoción el aniversario y homenajean al héroe soviético todavía muy admirado en el país. En medio de la Guerra Fría y la carrera espacial, en 1957, la Unión Soviética ya fue el primer país en poner en órbita un satélite, el célebre Sputnik, pero el viaje al espacio de Gagarin con la nave Vostok-1 se convirtió en un símbolo del dominio de la URSS sobre Estados Unidos en este ámbito. Con 27 años Gagarin fue elegido para esta proeza por el responsable del programa espacial soviético, Serguei Koroliov, por su experiencia como piloto de caza a reacción. Teniendo en cuenta las características y capacidades de la tecnología espacial, era necesario candidatos específicos, profesionales absolutamente sanos y disciplinados, que tuvieran alrededor de 30 años, midieran no más de 1'70 metros y pesaran entre 68-70 kilos. Según apunta la agencia rusa RIA Novosti, nueve meses antes del legendario vuelo, los seis mejores pilotos soviéticos se reunieron con Koroliov que les mostró la primera nave espacial y preguntó quién quería conocer la cabina, un ofrecimiento al que respondió Gagarin, quitándose los zapatos y subiendo la escotilla. «¡Es historia, es una nueva era!» Poco antes del viaje, Gagarin escribió una carta a su mujer, Valentina, sobre su esperado vuelo. «¿Puedo soñar con algo más? ¡Es historia, es una nueva era!. Dentro de un día despega mi vuelo. Creo en la técnica completamente. No debe fallar. Pero a veces pasa que un hombre se cae en el lugar más inesperado y se rompe el cuello. Aquí también puede suceder algo. Pero no lo creo. Si pasa algo, te pido, Valiusha, no te mates de dolor», decía la misiva. Yuri Gagarin posa en la playa de Glasma con su esposa Valentina y su hija Jelena en junio de 1960. (AFP) «Mi padre partió rumbo a lo desconocido con un 50 % de posibilidades de volver. ¿Qué significa un 50 %? Que podía tanto regresar como que no», ha comenta su hija Yelena varias décadas después, directora de los museos del Kremlin. «La valentía de mi padre, eso es lo que despertó admiración. Era algo sin precedentes para su tiempo», explica. Vuelo La primera nave espacial tripulada Vostok-1 fue lanzada a las 09.07 horas (hora de Moscú) desde el Cosmódromo de Baikonur (Kazjstán). Los registros de la agencia espacial rusa Roscosmos, aseguran que al oír el ruido de los motores, Gagarin gritó: «¡Poyéjali!» (¡Allá vamos!). La nave espacial Vostok-1 despega con el cosmonauta soviético Yuri Gagarin, en 1961. (Ria NOVOSTI / AFP) En órbita, Gagarin realizó unos experimentos sencillos: beber, comer, escribir con un lápiz. Todas sus sensaciones y observaciones se registraron con una grabadora a bordo. «Pobladores del mundo, salvaguardemos esta belleza, no la destruyamos», decía el cosmonauta mientras orbitaba la Tierra. El vuelo duró 108 minutos, el tiempo que tardó en completar una órbita alrededor de la Tierra y aterrizar en la estepa rusa, en un pueblo en la región de Sarátov, en el sureste de Rusia. Las señales de radio de la nave espacial soviética fueron capturadas por los observadores de la estación radar estadounidense Shemya, situada en las islas Aleutianas. Cinco minutos más tarde, al Pentágono se le envió un mensaje cifrado. Al recibirlo, el empleado de turno de noche llamó a casa del doctor Jerome Wiesner, asesor de ciencia superior del presidente John F. Kennedy, para informarle de que los rusos habían adelantado a los estadounidenses. Descenso y aterrizaje Durante el descenso, a una altitud de 7 kilómetros, según el plan de vuelo establecido, Gagarin se catapultó. Yuri corrió el peligro de caer con su paracaídas en el agua helada del río Volga. Pero gracias a un buen entrenamiento previo al vuelo, pudo realizar unas maniobras y aterrizó a dos kilómetros del río en un campo de la región de Sarátov, a casi mil kilómetros de Moscú. Las primeras personas que recibieron al cosmonauta en la Tierra fueron la esposa de un guardabosque local y su nieta de seis años, Rumiá. «Estaba plantando patatas con mi abuela. Poco después de avistar los globos, vimos que entre la hierba se nos acercaba alguien. Al principio, pensábamos que no era un ser humano», rememora. Para sorpresa de Gagarin, ellas nunca habían oído hablar de él, ya que no tenían radio. «Ni siquiera sabíamos que la URSS había enviado un hombre al espacio. Gagarin y mi abuela fueron a ver el estado de la nave, pero yo me tuve que quedar, ya que la ternera se quería comer las patatas. En ese momento, las patatas eran más importantes que Gagarin», asegura entre risas. En el lugar del aterrizaje han erigido un parque memorial y un museo, que fue visitado hoy por el presidente ruso, Vladímir Putin, y la primera mujer que voló al espacio, Valentina Tereshkova (1963). Héroe popular ruso En conmemoración de los 108 minutos de sobrevuelo orbital de Gagarin a bordo de la nave Vostok-1, que cambiaron el mundo, se celebra el Día Internacional de los Vuelos Espaciales Tripulados. Asimismo, cada 12 de abril, fecha en la que emprendió el exitoso vuelo, los estudiantes rusos celebran la ‘Fiesta de la cosmonáutica’ con lecturas y conciertos. Y cada año se colocan ramos de flores delante de los monumentos en honor a Gagarin. Gagarin era hijo de un carpintero y una campesina que sufrieron la ocupación nazi y recibió formación como obrero metalúrgico antes de convertirse en piloto. Por eso encarna el héroe popular. «Es una figura absolutamente consensual que une a a los rusos, un ejemplo muy raro de unanimidad», afirma el escritor Lev Danilkin. Comunistas rusas sosteniendo flores y un retrato del cosmonauta soviético Yuri Gagarin. (Natalia KOLESNIKOVA / AFP) Gagarin murió en marzo de 1968, con 34 años, durante un vuelo de entrenamiento. Su muerte sigue siendo un misterio porque las autoridades nunca publicaron el informe completo de la investigación sobre las causas del accidente. Museo de la Conquista espacial La pequeña cápsula Vostok en la que el cosmonauta bajó en condiciones extremas se exhibirá en el Museo de la Conquista Espacial de Moscú, con motivo de una exposición llamada ‘Primero’ que se inaugurará el martes. Además de esta cápsula, el museo mostrará efectos personales de Yuri Gagarin que datan de su infancia o de sus hazañas espaciales, como la imponente llave que usó para encender los motores de la nave o el asiento eyectable con el que salió de la cápsula 7 kilómetros por encima del suelo. El asiento eyectable de la nave espacial Vostok-1 del cosmonauta soviético Yuri Gagarin se exhibe en el Museo de Cosmonáutica de Moscú. (Alexander NEMENOV / AFP)