GAIAK

Es posible extraer ADN de los sedimentos de restos arqueológicos

Un equipo liderado por el Instituto alemán Max Planck ha conseguido recuperar ADN neandertal de bloques de sedimentos de diversos lugares.

La entrada de la cueva de Denisova, donde recuperaron parte de los sedimentos del estudio. (RUSAK | GETTY IMAGES)

Los sedimentos en los que están incrustados los hallazgos arqueológicos se han considerado durante mucho tiempo subproductos sin importancia, pero en realidad son una fuente de biomoléculas antiguas, incluido el ADN, lo que ofrece nuevas oportunidades de investigación, según ha señalado una investigación publicada este lunes en la revista biomédica PNAS.

El mismo estudio confirma que el instituto alemán Max Planck ha logrado recuperar con éxito ADN de los sedimentos de restos arqueológicos. El autor principal del trabajo, Diyendo Massilani, fue capaz de recuperar cantidades sustanciales de ADN neandertal a partir de solo unos pocos miligramos de sedimentos procedentes de la cueva de Denisova, Rusia.

Así, pudo identificar el sexo de los individuos que dejaron su ADN y demostrar que pertenecían a una población emparentada con un neandertal cuyo genoma fue reconstruido previamente a partir de un fragmento de hueso descubierto en la cueva.

«El ADN neandertal en estas pequeñas muestras de sedimento incrustado en plástico estaba mucho más concentrado que el que solemos encontrar en el material suelto», ha confirmado.

Asimismo, Matthias Meyer, investigador del Instituto Max Planck y también autor del estudio, ha destacado la importancia de esta técnica para recuperar ADN: «Ofrece nuevas e interesantes oportunidades para investigar la distribución geográfica y temporal de los antiguos seres humanos y otros organismos en lugares donde sus restos óseos son escasos o están ausentes».

Para la extracción del ADN el equipo utilizó bloques de sedimentos no alterados que habían sido extraídos previamente de yacimientos arqueológicos y empapados en poliéster. Los bloques endurecidos se llevaron al laboratorio y se cortaron en secciones para la capturar imágenes con el microscopio y realizar el análisis genético.

De esta manera, los investigadores han logrado extraer el ADN de una colección de bloques de sedimentos preparados hace 40 años, procedentes de África, Asia, Europa y América del Norte.

La investigación muestra que el ADN antiguo no está distribuido uniformemente en los sedimentos, ya que determinadas características de estos son más propicias para su conservación que otras. Con este enfoque será posible, en el futuro, analizar el ADN de muchos individuos humanos antiguos diferentes a partir de solo un pequeño cubo de sedimento solidificado.

«Es divertido pensar que esto es presumiblemente así porque utilizaban la cueva como retrete hace decenas de miles de años», ha explicado Massilani.