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223 niñas están en riesgo de sufrir mutilación genital en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa

Debido a la activación de mecanismos de detección en los servicios sanitarios se han reducido los casos de mutilación genital, según un análisis realizado por Save The Children.

En Nigeria y Senegal ya está prohibida la mutilación genital. (Unicef)

Un total de 223 niñas menores de 14 años están en riesgo de sufrir mutilación genital en la CAV, según datos que ha difundido Save The Children.

Con motivo de la celebración el 6 de febrero del Día Internacional contra la Mutilación Genital Femenina, esta organización ha alertado de que en el Estado español se estima que hay 3.852 menores que pueden estar afectadas por esta práctica.

Señala que se han reducido «notablemente» estos casos debido a la activación de mecanismos de detección en los servicios sanitarios y en el ámbito educativo, aunque las niñas nacidas en los países que practican la mutilación y llegan al Estado «corren más riesgo de sufrirla».

De las 223 niñas residentes en la CAV que están en riesgo, 96 viven en Bizkaia, mientras que en Araba son 81 y en Gipuzkoa 46.

El informe de Save The Children recuerda que Osakidetza detectó entre 2018 y 2019 a 21 niñas que había sufrido mutilación genital con anterioridad a su llegada la CAV y en total se identificaron 129 casos de mujeres y niñas afectadas en dicho período.

La organización señala que la crisis de la pandemia de coronavirus «ha acentuado la inseguridad y desprotección» que viven muchas personas vulnerables y considera que debido a la situación de los centros hospitalarios «ha habido más dificultad para controlar casos de mujeres mutiladas que han tenido hijas» sobre todo durante los meses de confinamiento.

Save The Children insiste en que la ley de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia recoge herramientas para actuar frente a esta situación.

«Se debe tener en cuenta la mutilación genital femenina desde esta perspectiva integral para abordarla como una forma de violencia de género que afecta a niñas y adolescentes, aunque muy especialmente a niñas de menos de 14 años», ha indicado la organización.

Protocolos de prevención

Cada comunidad autónoma tiene su propio protocolo de actuación cuando se identifica un posible caso de mutilación genital femenina y también existe uno estatal aprobado en 2015. «Aunque sigue siendo un tema tabú no solo en las instituciones públicas si no en el propio ámbito familiar, la mutilación genital femenina es un tema que cuenta con una trayectoria de años de investigación e intervención, de debate público a nivel internacional».

Esto, junto con los protocolos existentes y la prohibición de la práctica en algunos países en los que no estaba penada –como Nigeria y Senegal– y saber que en el Estado español la mutilación es constitutiva de delito, «ha facilitado en cierta forma el tratamiento de la mutilación con las familias y las madres», reconocen las mediadoras culturales entrevistadas en el análisis.  

Este pone el foco en la prevención a través de la detección temprana en las consultas pediátricas, ya que hasta los 14 años acuden regularmente a las citas, y establecer un vínculo de confianza con la familia resulta esencial para tratar el tema, sin criminalizar pero con el objetivo de prevenirlo. «Los protocolos deben ser conocidos y participativos en la elaboración y no solo con la participación del ámbito sanitario».