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Preocupación por el alza de las enfermedades venéreas

El conjunto de las enfermedades de transmisión sexual han crecido un 10% en un año. Las más comunes (clamidia, gonorrea, sífilis) superan de largo las tasas previas a la pandemia y el sida vuelve a recuperar terreno. Desinformación y retroceso en lo aprendido emergen como factores clave.

El uso de preservativo es el método más eficaz para evitar las ITS. (GETTY)

«Voy en moto por un barrio marginal, acelero y, ¡zas!, me trago un mosquito. Horror. ¿Me habré contagiado de sida?». Semejante duda parece quedarse a medio camino de un chiste, pero es real. Todavía no nos hemos sacudido de encima bobadas como esa. Dudas como la citada constituyen la materia prima con la que Lorea Gurutxarri ha armado la obra teatral que lleva por título ‘¿Me pones un VIH, por favor?’. Y, a tenor del crecimiento de las infecciones de transmisión sexual (ITS), parece que cualquier forma de concienciar y difundir se queda corta.

El servicio de epidemiología del Gobierno navarro, el Ispln, da cuenta semanalmente de los contagios por distintas de estas enfermedades venéreas. Y el crecimiento es especialmente preocupante en infecciones bacterianas, como la clamidia, la sífilis y la gonorrea. El sida, por el momento, es la única ITS que no ha superado los niveles prepandémicos. Aun así, en 2020, en Hegoalde se detectaron 138 nuevos contagios por VIH y más de la mitad de ellos fueron detecciones tardías.

Algunos aumentos de ITS se pueden achacar en parte a la resistencia desarrollada por algunas de las bacterias a los antibióticos, como es el caso de la gonorrea. Sin embargo, que todas las venéreas estén por encima de la incidencia previa a la pandemia solo se explica por un mayor número de prácticas sexuales de riesgo.

El punto de partida no era demasiado bueno. Con datos estatales de Injuve de 2020, un 37% de los jóvenes encuestados confesó no haber utilizado condones en sus relaciones el último año por distintas causas: temor a reducción del placer, vergüenza a plantearlo o miedo a generar desconfianza.

En 2020, un 37% de los jóvenes encuestados por Injuve confesó no haber utilizado condones en sus relaciones el último año.

«Con el teatro, con el humor, buscamos una forma de llegar a la gente más potente –explica Gurutxarri–. La gente ahora recibe muchos mensajes, muchísimos, pero si no les llega hondo, si no tiene potencia, lo olvidan». La risa, desde ese angulo, se revela como otro arma más para combatir las ITS.

Estigma y grupos de riesgo

Desde luego, el humor que respira la obra teatral no implica que su autora se lleve el VIH a broma. Su padre murió de sida cuando era niña. «No sabemos cuándo lo contrajo, nunca nos lo dijo. No sé exactamente por qué: por miedo, por el estigma, por la culpa, por rechazo. Se lo llevó a la tumba. Me lo contó mi madre. Entonces yo tenía nueve años para diez. Llevo eso encima desde entonces», recuerda.

De ahí que esta joven acabara en Sare, haciendo talleres, concienciando a jóvenes y plantando a su vez cara a su fantasma personal. De ahí, también, su preocupación. «Creo que algo que teníamos antes se ha perdido, ese ‘Te cuidas, me cuido’ ya no está igual de presente. Y sobre todo, no está el ‘Me cuido para cuidarte’. Esa es una idea importante. Hay que alejarse de mensajes asentados únicamente en el miedo. Es mejor hablar de disfrutar cuidando, porque cuidando, además, es como más se disfruta».  

Aunque dudas como la del mosquito o creer que tener los labios secos puede ser un síntoma del VIH las manifiestan personas a todas las edades en los talleres de Sare, el grueso de las infecciones por ITS se está dando en menores de 35 años. En esa franja se encuentran la mitad de las infecciones por gonorrea, cuatro de cada diez de sífilis y el 80% de las clamidias.

El sida muestra una circulación más contenida, pero la tendencia es creciente. Entre el 4 y 6 de octubre se celebró en Bilbo el Congreso anual de Seisida, que trata sobre VIH y otras ITS. Allá se ofrecieron datos como que en la CAV hubo 119 nuevos diagnósticos (otros 19 en Nafarroa), la mayoría en varones.

En la CAV hubo 119 nuevos diagnósticos y otros 19 en Nafarroa, la mayoría en varones.

Antonio Arraiza, responsable del Plan de Sida e ITS del Gobierno de Lakua, lamentó que la mayoría de estos diagnósticos son tardíos. Y estimó que, para fin de año, los contagios por VIH estarán otra vez a niveles prepandémicos. «Esperamos no llegar a esas cotas, pero se acercará», dijo. Concretó, asimismo, que la media de edad del contagio está en los 30 años.

Aunque los nuevos tratamientos hayan supuesto avances muy importantes para los enfermos de sida, resta mucho trabajo por hacer. «La infección por VIH se ha convertido, en muchos aspectos y para la mayoría, en una enfermedad crónica y el sistema sanitario debe adaptarse a unas necesidades diferentes», sostiene Miguel Ángel Von-Wichman, médico de Infecciosas en el hospital de Donostia y codirector de las jornadas Seisida.

Ilunber Ayestarán y Lorea Gurutxarri, intérpretes de ‘¿Me pones un VIH, por favor?’. (NAIZ)

Entre esas adaptaciones que deben abordarse según Von-Wichman está la implicación de la Atención Primaria, pero también de los profesionales de la Salud Mental. Han sido necesarios siempre.

El citado aumento de las ITS con el sida apuntando hacia niveles previos a la pandemia y con el resto de ITS ya muy por encima de aquellas cotas, han empujado al Ministerio a lanzar campañas con mensajes que tienen ciertas rémoras a las décadas finales de los años 90. A evocar, ese me cuido para cuidarte. «Sal como quieras, pero no salgas sin condones», es el lema de la campaña.

Si bajamos hasta esos talleres de Sare, de donde se sacaron los mimbres para tejer la obra ‘¿Me pones un VIH, por favor?’, Gurutxarri asegura haber detectado cierta relación entre el nivel de autoestima y el sexo sin protección.

Aprender a decir que no

«Lo que nos aparecer de forma recurrente es que, dependiendo de cuál sea nuestro nivel de autoestima, vamos a responder de manera diferente a ciertas situaciones. Si tu pareja plantea que tiene que ser ahora, porque si no se le baja o por lo que sea, en función de nuestro nivel de autoestima nos expondremos o no al riesgo», afirma Gurutxarri.

La actriz asegura que incluso nos faltan palabras para afrontar el sexo desde el cuidado. «Sabemos sumar o restar, pero de inteligencia emocional no tenemos ni idea. Poco nos enseñan sobre eso. Sentimos cosas que no sabemos decir y en la sexualidad esto se acusa aún más. Es un momento en el que te sientes vulnerable. Nos cuesta decir me he sentido de tal forma o me estoy sintiendo así».

«Sentimos cosas que no sabemos decir y en la sexualidad esto se acusa aún más», afirma Lorea Gurutxarri.

Algo está fallando si la prevención en las relaciones sexuales decae porque nos faltan palabras. La raíz, entonces, debe de estar más profunda. «La autoestima importa, por supuesto, pero hay algo más. Sabemos que, las más de las ocasiones, la responsabilidad del sexo sin protección se hace recaer sobre las mujeres. Ella es la que accede. Y si a ti te enseñan que los tíos tienen prioridad sobre tus deseos, es más fácil que no sepas decir que no. Tiene que ver con la educación, con el amor romántico, con que a la mitad de la población la educan para ser el personaje secundario», comenta Pilar Mayo, impulsora del programa de coeducación Skoale, por el que Nafarroa se llevó el 2019 el premio de la Unesco para la educación de niñas y mujeres.

«La relación más segura es la paritaria, donde puede decir que no cualquiera de los dos. Y el otro, por respeto, asume que es lo mejor. Es sencillo de entender que, de este manera, se multiplica por dos la posibilidad de que el sexo sea seguro. Si ambos se sienten iguales, siempre va a ser mucho más fácil que se tomen decisiones sensatas», sostiene Mayo.

Miguel Ángel Arconada, experto en formación sexual en colegios e institutos, va un paso más allá. En su opinión, el aumento de las ITS es una manifestación más de un fenómeno más complejo de una evolución hacia no se sabe dónde. «Están todas las alarmas sonando: aumento de venéreas, aumento de los embarazos no deseados a edades cada vez más tempranas y en conseciencuencia de sus interrupciones, subida los casos de violaciones como la manda, de los casos de acoso… ¿Qué más tiene que sonar?», alerta Arconada.

Este profesor experto en coeducación añade que los casos de malos tratos hacia la mujer se están rejuveneciendo, al igual que el «negacionismo masculino a las desigualdades, incluida la del acceso al placer». Con datos de la OMS, solo un 12% de las familias tienen acceso a une verdadera educación sexual. El resto, quedan a merced de los medios de comunicación y, claro está, de internet.

Nacidos digitales y caverna

«Nos enfrentamos a la generación de los nacidos digitales, también para el sexo. del aprendizaje del sexo con un patrón pornográfico único que resulta, además, coitocétrico, machista y desigualitario. A consecuencia de esto, lo que detectamos es un anticipo del coito. Esto implcia que mucha gente lo practica sin una preparación real par ello y, por supuesto, sin precaución», prosigue.

Los últimos estudios sobre el consumo de porno como el ‘(Des)información sexual: pornografía y adolescencia’, de Save the Children, apuntan datos muy significativos. Los chicos consumen porno en internet para masturbarse y su excitación se está redirigiendo hacia determinadas prácticas. Por su parte, las adolescentes que buscaban pornografía lo hacían para saber qué se espera de ellas.

Lo más común es inciarse en la pornografía a los 12 años, aunque un 8,8% de los menores ya lo hace antes de cumplir los 10.

La edad de acceso a la pornografía, además, baja de forma progresiva en relación directa entre el descenso de la edad de acceso al móvil propio. Lo más común es inciarse a los 12 años, aunque un 8,8% ya lo hace antes de los 10.

Mientras tanto, empujar hacia una concepción del sexo igualitaria y sana tiene coste. Arconada, otro de los autores de Skolae, fue denunciado por seis familias navarras que le acusaban de adoctrinar y pervertir a sus hijos. Acabó declarando en los tribunales de Iruñea. Les absolvieron a todos, pero fue un mal trago.

Al ser un profesor palentino, Arconada ahora afronta esta lucha en una comunidad autónoma donde gobiernan el PP y Vox (coalición que las encuestas dan por vencedora en las estatales dentro de un año) y donde se cierran las puertas a entidades que defienden la necesidad de la eduación sexual. «Sí estoy viendo es que colegios y profesionales que coeducado se están autocensurando para evitar problemas. Vox no me da tanto miedo, pero que empecemos a autocensurarnos precisamente ahora que todas las alarmas están sonando, es algo que me aterra».