GAIAK

Carlos Tena, iconoclasta hasta el final

El crítico musical Carlos Tena ha muerto en La Habana a los 79 años. Se trata de una de las personas que ha mantenido su iconoclastia hasta el final. Su libertad de criterio le llevó a ser expulsado de TVE y a ser perseguido judicialmente.

Carlos Tena, en una captura de un programa de TVE. (NAIZ)

El crítico musical Carlos Tena ha muerto a los 79 años en La Habana, según ha dado a conocer el músico Álex de la Nuez en Twitter.

Tena fue uno de los presentados más rompedores en la TVE tras la llegada del PSOE al Gobierno español de la mano de Felipe González. Programas como ‘Caja de ritmos’, ‘Aumbabulubabalambanbú’ o ‘Popgrama’ fueron la ruptura en el panorama musical de la única televisión existente entonces para superar la naftalina tardofranquista. Hasta que terminó.

En uno de esos programas saltó el escándalo cuando el grupo vizcaino Las Vulpes cantó su composición ‘Me gusta ser una zorra’, provocando la ira de los biempensantes.

 

Años después, el propio Tena recordaba la experiencia de este modo.

La cosa terminó mal para Tena, que fue expulsado de TVE y años después recalaría en Cuba en un exilio autoimpuesto, donde mantuvo su posición crítica e iconoclasta contra las sociedades capitalistas, tras pasar previamente por otras emisoras como Telecinco, Antena 3 u Onda Cero, y participar como en programas como ‘Lluvia de estrellas’ y ‘Pequeñas estrellas’, presentado por Bertín Osborne, o el show ‘Moros y cristianos’, de Javier Sardà.

Sus primeros pasos los dio en la radio, participando en programas como ‘Clásicos populares’ de RNE, donde tuvo un enfrentamiento con Fernando Argenta, que finalmente se quedó con las riendas del programa, o en Radio 3, donde dirigió el programa ‘Discofrenia’.

Fue objetivo de numerosas querellas impuestas por colectivos ultraderechistas y la propia Fiscalía General del Estado.

Desde La Habana escribió para Cubainformación y Cubadebate. Asimismo, mantuvo ‘El blog de Carlos Tena’ en internet, con entradas sobre política, que estuvo activo hasta septiembre de 2017.

Ni la izquierda abertzale ni GARA se libraron de sus dardos, con denuncias por la «deriva socialdemócrata».