GOR Discos baja la persiana por jubilación: «Nuestro escenario siempre ha sido Euskal Herria»

Con la jubilación de Patxi Goñi el próximo otoño, el mítico sello navarro GOR Discos cerrará sus puertas después de 32 años trabajando codo con codo con los mejores grupos vascos de todos los tiempos.

Hablar de la escena musical vasca de las últimas décadas es hacerlo también de GOR Discos. Después de 32 años ligados con la historia cultural de Euskal Herria, esta discográfica navarra bajará la persiana el próximo otoño por jubilación. Patxi Goñi, que junto a sus hermanos Marino y Antonio inició esta andadura en 1991, pondrá punto final a GOR Discos con el orgullo de poder decir que ha trabajado con algunos de los mejores grupos de la historia de Euskal Herria.

NAIZ ha podido hablar con Patxi Goñi, ahora que afronta los últimos meses al frente de GOR Discos, sobre el trayecto que los ha llevado hasta aquí, los momentos dulces y las dificultades que han convertido el sello de estos hermanos navarros en un referente musical.

Con los años, GOR Discos se convirtió en un proyecto crucial para la música vasca. ¿Cómo fueron los inicios?

Realmente, existen dos comienzos distintos. El primero fue cuando comenzamos trabajando por cuenta ajena, como empleados para Soinua, Oihuka o Elkar. En 1991 comenzamos con nuestro proyecto. Los primeros años fueron muy duros, porque además de un sello discográfico también éramos distribuidora. Íbamos a repartir discos a tiendas de todo Euskal Herria, era un trabajo que desconocíamos. Nuestra primera referencia fue el disco ‘Miedo al miedo’ de Los del Rayo, producido por el Drogas y grabado en un estudio de Burdeos.

Por GOR Discos han pasado algunos de los mejores grupos de la historia de Euskal Herria. ¿Cuáles han sido los mayores éxitos del sello?

En la primera época de GOR Discos grabamos el primer disco de grupos como Barricada, La Polla Records, Hertzainak, Kortatu, Delirium Tremens, Tijuana in Blue, Potato… y seguro que me dejo muchos. También el primer disco que grabamos con Parabellum, el segundo de su discografía, funcionó muy bien. Otro auténtico bombazo fue Urtz. Hicimos tres discos con ellos, eran un grupo de primera línea. Más adelante llegó Exkixu, que nos abrió la puerta de Ken Zazpi. Y a nivel estatal, los Huajolotes lo petaron.

GOR Discos también era un sello de referencia para grupos de fuera.

Siempre hemos trabajado con grupos de Euskal Herria, pero cuando hemos visto un grupo que nos ha llamado la atención en otro sitio hemos ido corriendo. Así publicamos el primer disco de Manolo Kabezabolo o de Los Ganglios, que son de Badajoz. También nos llegó la primera maqueta de grupos como Extremoduro o Duncan Dhu. La calidad nos interesaba, pero nuestro escenario siempre ha sido Euskal Herria.

Y dentro de esta búsqueda incansable de la calidad, ¿hay algún descubrimiento del que estén especialmente orgullosos?

Uno de los más exitosos es sin duda Lendakaris Muertos. Cuando oímos la maqueta con Gorka Urbizu tuvimos claro que eso se tenía que publicar, era un descojone total. El humor y el ingenio son puntos a los que siempre les hemos dado mucha importancia, porque es muy difícil introducirlos en la música. Las letras también nos han llamado siempre la atención, es algo fundamental.

Muchos grupos de GOR Discos han tenido un éxito abrumador. ¿Cuál ha sido su mejor momento a nivel profesional?

Los primeros años de la década de los 2000 fueron años muy buenos, con el primer disco de Ken Zazpi, ‘Libre ©’ de Berri Txarrak… Son discos que luego se han convertido en clásicos del rock vasco. Lo de aquellos años en Durango era una locura.

¿Y el peor?

Lo más complicado fue sobrevivir a la época del pirateo, entre 2008 y 2012. Antonio y Marino se tuvieron que jubilar, reestructuramos toda la plantilla. No vendíamos nada. No por las producciones, que seguían siendo buenas, sino porque todo el mundo pirateaba y se dejó de comprar discos.

¿Fue difícil adaptarse a las nuevas formas de producir y consumir la música?

Las cosas han cambiado mucho desde ese disco que tuvimos que ir a grabar a Burdeos, ahora se puede producir un disco desde el salón de casa. Los cambios han sido bestiales, pero había dos opciones: buscar alternativas o que la vida te diera dos leches. Con el pirateo cambiamos los ritmos de trabajo y nos volcamos en las redes, abrimos tiendas digitales… Unos cambios que nos han permitido sobrevivir hasta hoy.

Ahora que apuras los últimos meses al frente de GOR Discos, ¿ha pensado cómo será su relación con la música una vez jubilado?

Cuando mis hermanos se jubilaron, dejaron de escuchar música. Lo dejas porque estás saturado después de tantos años. A mi no creo que me llegue, porque yo esa etapa ya la he pasado (risas), pero sí que quiero recuperar gustos musicales, escuchar grupos nuevos… Hacerlo sin ningún tipo de implicación, por puro divertimiento.

¿Cómo se recordará a GOR Discos en el futuro?

No tengo ni idea, pero por si acaso Marino ha cedido su colección personal de maquetas, carteles y demás materiales al Archivo General de Nafarroa. Es un camino muy importante para preservar nuestro trabajo. Todos asociamos los archivos a documentos antiguos, pero hay que empezar por documentar también lo de ahora, porque el tiempo pasa enseguida.