DEC. 19 2023 - 12:15h The Talking Heads y su ‘Stop Making Sense’ regresará a los cines en su 40 aniversario ‘Stop Making Sense’ pasa por ser uno de los mejores ‘concert film’ de la historia. Estrenada en cines en 1984, su director Jonatham Demme filmó durante cuatro noches los conciertos que Talking Heads dieron durante la Navidad de 1983. Esta obra restaurada llegará a salas el 8 de marzo de 2024. Koldo Landaluze El próximo 8 de marzo regresa a los cines ‘Stop Making Sense’, un evento musical y cinematográfico que reunió a los Talking Heads, una de las mejores bandas de la historia, y al reputado director Jonathan Demme, ganador del Óscar a Mejor Director en 1992 por ‘El silencio de los corderos’. Con motivo de su 40 aniversario, la compañía Elástica reestrenará en cines esta obra que está considerada como la mejor ‘concert film’ de la historia. La gran responsable de su regreso a los cines a través de una copia restaurada ha sido la prestigiosa compañía estadounidense A24, la cual ha querido recordar a esta icónica banda de rock. Con ‘Stop Making Sense’, el por aquel entonces joven cineasta Jonathan Demme pretendía seguir la estela de otros largometrajes musicales anteriores como ‘The Last Waltz’ de Martin Scorsese o ‘Rust Never Sleeps’ de Neil Young. El cineasta tuvo la oportunidad de ver tocar a los Talking Heads a principios de 1983 en Hollywood y quedó fascinado por la magnética presencia del vocalista David Byrne y por la fuerza y potencia del directo de la banda. Partiendo de su enfoque directo y vibrante, el objetivo de Demme fue transmitir al espectador toda su energía. Cuatro noches y siete cámaras Estrenada en cines en 1984, el director filmó con 7 cámaras y durante cuatro noches los conciertos que la banda estadounidense –compuesta por David Byrne, Tina Weymouth, Chris Frantz y Jerry Harrison– ofreció en el Teatro Pantages de Hollywood Boulevard durante la Navidad de 1983. Uno de los momentos más memorables del concierto es cuando Byrne sale a escena a cantar la canción ‘Girlfriend Is Better’ con el Big Suit, un traje absurdamente grande que estaba inspirado en parte en el teatro Noh japonés y que se ha convertido en una imagen icónica. Tras su estreno en cines, el concierto filmado recibió excelentes críticas y fue considerado como «una de las más grandes películas de rock jamás hechas», destacando también la habilidad del director para capturar «el enérgico e impredecible directo de la mejor época de Talking Heads en todo su esplendor y agudeza visual».