GAIAK

Lanzan el primer avión impulsado por hidrógeno que dará la vuelta al mundo

Bertrand Piccard, explorador y medioambientalista que dio la vuelta al mundo en 1999 y en 2015 y 2016 en un globo aerostático y en un aeroplano impulsado por energía solar, está preparándose para volver a emprender ese viaje, sin escalas, en un avión impulsado por hidrógeno, en 2028.

El proyecto sigue la estela de este avión movido con energía solar que sobrevoló las pirámides de Egipto en 2016. (AFP)

El explorador y medioambientalista suizo Bertrand Piccard, que dio la primera vuelta al mundo sin escalas en un globo aerostático en 1999, ha presentado este miércoles el prototipo del primer aeroplano propulsado por hidrógeno verde con el que planea volar alrededor de la Tierra son escalas en 2028.

«Estoy harto de ver gente que cree que no hay futuro, por eso quiero traer un nuevo proyecto que pueda devolver la esperanza, motivar la acción de todos contra los desafíos medioambientales y demostrar que la acción climática es una aventura fantástica, siempre y cuando utilicemos las soluciones técnicas que ya existen», ha afirmado Piccard en la presentación de la aeronave.

Nieto de Auguste, inventor del batiscafo y otros vehículos subacuáticos, e hijo de Jacques, gran aventurero, Bertrand dio la vuelta al mundo entre 2015 y 2016 con el Solar Impulse 2, un aeroplano impulsado por energía solar con el que viajó durante un año y medio haciendo un total de 16 escalas.

Tras esta hazaña y convencido de que «desde hace mucho tiempo se necesitaba un nuevo buque insignia para la acción climática», ideó un avión con cero emisiones, que no usara una gota de combustible fósil y que, a diferencia del avión solar, fuera capaz de recorrer el globo terráqueo sin parar.

Dos años de investigación, desarrollo y diseño con el apoyo de grandes compañías aeronáuticas como Airbus o Daher han dado como resultado un avión que se propulsa exclusivamente del agua (proceso por el que se separa el agua en oxígeno y nitrógeno) y que alimenta los motores eléctricos de la aeronave.

Un diseño funcional y una tecnología innovadora

El ingeniero francés Raphaël Dinelli, que será copiloto de Piccard en esta aventura, ya está trabajando para crear durante los próximos tres años las alas, cabina y tanques de hidrógeno de la aeronave a base de materiales de la empresa científica Syensqo, que le darán a la estructura del avión la ligereza y otras propiedades necesarias para poder volar.

Debido a esta peculiar composición, Piccard ha destacado que la aeronave volará a una altura máxima de 3.000 metros.

También ha revelado que la cabina contará con un asiento para cada piloto, una pequeña cama para realizar turnos de descanso, una cocina y un baño, por lo que tendrá mayores dimensiones que Solar Impulse, que estaba diseñado para un sólo pasajero.

Bertrand Piccard, explorador y medioambientalista suizo que volverá a dar la vuelta al mundo. (Joel SAGET / AFP)

«El diseño del avión y, en concreto, de los tanques de hidrógeno es fundamental para permitir a Bertrand y Dinelli hacer la gira mundial con el suficiente hidrógeno sin tener fugas», ha asegurado la consejera delegada de Syensqo, Ilham Kadri.

Otro reto será mantener el hidrógeno a -253 grados centígrados durante todo el viaje, lo que requerirá importantes innovaciones en la creación de depósitos térmicos adaptados.

Tras el ensamblaje de las piezas, la aeronave podrá realizar vuelos de prueba, lo que se espera que ocurra entre finales de 2026 y principios de 2027 con la intención de que la vuelta al mundo –una travesía que duraría ocho o nueve días– se realice en 2028.

El hidrógeno verde para descarbonizar la aviación

A pesar de la innovación en la estructura de la aeronave, el elemento estrella del proyecto es el hidrógeno verde, generado con energías renovables, a diferencia del hidrógeno gris que es responsable de más del 2% de las emisiones de dióxido de carbono y usado en sectores como la industria química.

«Tenemos que introducir el hidrógeno verde en el sector de la industria más difícil de descarbonizar, que es el de la aviación, para que posteriormente todo el mundo pueda acceder a estas tecnologías, no sólo en la aviación comercial, sino en todos los sectores de la industria», ha aseverado Piccard.

«Si conseguimos volar alrededor del mundo sin parar en ningún sitio con cero emisiones será algo que nunca se ha hecho, aunque no es esto lo que cambiará el mundo, sino el espíritu de optimismo con que lo hacemos y que debe ser contagioso», ha concluido Piccard.