«Hay motivos de sobra para seguir gritando»

La mítica banda gasteiztarra regresa con todas las ganas y ante un público ansioso por verlos de nuevo, como demuestra el hecho de que hace tiempo que han agotado el aforo completo de la Jimmy Jazz varios meses antes del concierto de este 13 de abril.

¿Por qué deciden juntarse de nuevo, justo ahora, 25 años después de dejarlo?

Básicamente, porque no siempre se puede, o no siempre se quiere hacer. Pero hay momentos en que ves señales que te lo dicen claramente, y por eso hemos decidido dar el paso ahora. Estos siempre andaban detrás de mí, porque era el único que no ha seguido vinculado a la música desde que lo dejamos. Pero como hemos visto que las cosas iban cuadrando, ya nos hemos animado por fin; teníamos claro que tenía que ser ahora o nunca.

Además, cuentan con la incorporación a la banda de Mikel, que también aporta experiencia y solvencia, después del vacío que dejaba Peio en la batería, ¿no?

Con Peio todo ha sido de buen rollo y no ha habido ningún problema, simplemente ha decidido que esta vez no quería estar y no pasa nada, porque es muy buen colega. Y a Mikel yo no lo conocía personalmente, pero me habían hablado maravillas de él en lo profesional… pero es que luego, como persona, también es muy buen chaval; al final, eso es fundamental, porque somos una banda de amigos, no una empresa, tenemos que estar todos los días juntos y el ambiente tiene que ser bueno, y en ese sentido con Mikel hemos acertado de pleno. Me he quedado flipado porque toca todos los palos, aunque ya nos contaba un día que los colegas le decían «a estos punkis tienes que meterles caña. ¿eh?», y que él les contestaba «joder, pues no te creas, que lo que tengo que hacer a veces es pararlos» (risas).

¿Y cómo ha sido la vuelta para usted, después de 25 años alejado de la música?

Esta vez lo tenía clarísimo; no tengo ningún interés en volver por volver, si lo hacía tenía que hacerlo con todas las consecuencias, y la condición fue que fuera como empezar de cero... lógicamente, con el nombre, el rodaje y la experiencia que ya tenemos. Estamos con mucha ilusión y ganas, y con la idea de hacer pronto cosas nuevas, aunque ahora lo que nos urge es preparar bien los directos, porque ya tenemos varios conciertos y queremos hacerlo bien.

«¿Qué pasa? ¿Que ya no hay más que cantos a las flores y al amor? Pues no, hay que reivindicar las cosas más que nunca… con tu estilo o tu personalidad, ¡pero dilas!»

¿Servirán estos conciertos para hacer justicia al disco ‘A quien pueda interesar’, que en su momento tuvo tan poco recorrido en directo?

Totalmente. Mucha gente nos decía que no llegó a escucharlo en directo, pero es que casi no se tocó; y es una pena, porque ‘A quien pueda interesar’ se hizo con mucho cariño, ahí hubo mucho trabajo… y a lo mejor todas esas fuerzas que se pusieron en ese trabajo fue lo que terminó con la banda, un poco por saturación, no lo sé. La cuestión es que la gente quiere escucharlo y vamos a dárselo en estos bolos.

Llama la atención que, casi 30 años después de aquel trabajo, las letras tengan todavía tanta vigencia. ¿No hemos aprendido nada en todo este tiempo?

Es muy triste que no hayamos evolucionado prácticamente nada y que cada día estemos peor. Un ejemplo resume todo esto a la perfección: ‘Ejércitos por la paz’ estaba centrada en el conflicto palestino, y mira cómo estamos ahora, que parece que la escribimos ayer mismo… y así con todo, hemos ido para algún lado, pero no sé si para el lado correcto. De todas formas, en aquella época es lo que había, y se decían las cosas, pero ahora estamos en las mismas e incluso peor; igual la gente ya no lleva crestas ni chupas de cuero, pero la situación es idéntica, con niveles de paro altísimos, y parece que a nadie le preocupa, o por lo menos nadie lo dice… yo no sé qué le pasa a la chavalería, pero hay motivos de sobra para seguir gritando.

¿Puede ser que esa necesidad de seguir diciendo cosas haya sido otro de los motivos para volver?

Está claro que las cosas tienen que evolucionar, y te puede gustar otro tipo de sonidos, pero decir las cosas sigue siendo muy necesario; ¿qué pasa? ¿que ya no hay más que cantos a las flores y al amor? Pues no, hay mucho que decir y hay que reivindicar las cosas más que nunca… con tu estilo o con tu personalidad, ¡pero dilas!

¿Cuáles son los cambios más importantes que ha notado al volver?

Es otro panorama totalmente diferente, cuando yo me marché era gaztetxero, y ahora he vuelto festivalero (risas)… lo dejé haciendo conciertos para públicos muy reducidos, que esa es la esencia de esto, porque es como te haces músico de verdad, cuando no tienes ni idea de nada y estás aprendiendo. Eso es duro, no tocar ante mil personas, donde tienes un equipo de la hostia, suena a tope, la gente está con ganas de fiesta… vete a un bar por ahí a tomar por culo donde no te conoce ni dios a tocar para ocho personas, ahí es donde te curtes. Así que, ahora que todo son grandes conciertos, a ver cómo nos apañamos en este panorama.

¿Ha notado también la evolución en el aspecto técnico?

¡Joder que sí! Si llegamos a pillar esto en nuestra época… ahora cualquiera puede hacer cosas que están mejor grabadas que discos de estudio de mis tiempos (risas). Casi no hace falta ni saber tocar, porque tocas un botón y suena todo de la hostia. Pero cuidado con eso, que luego hay que saber llevarlo al directo, ¿eh?

¿Es usted positivo ante el futuro del rock?

Me pongo malo cuando escucho eso de que el rock está en fase terminal y todas esas chorradas. Estoy convencido de que esto es cíclico, como todo. Viviremos un momento de bajón hasta tocar fondo, pero llegará alguien que pegará de nuevo un pelotazo y todo volverá; pero para eso, está claro que hace falta un lavado de cara, porque no se puede hacer lo mismo de siempre si queremos que esto se mantenga.

«Me pongo malo cuando escucho eso de que el rock está en fase terminal y todas esas chorradas. Estoy convencido de que esto es cíclico, como todo»

¿Y sigue a alguna banda de las nuevas?

¿Sabes qué es lo que pasa? Que he estado mucho tiempo aislado de la música y, cuando hemos vuelto, todo el mundo me ha dicho que eso es un filón, porque la gente que nos conoce quiere verme como yo era… y como sigo siendo; por eso, me han recomendado no escuchar mucha música de ahora para no ‘contaminarme’, por decirlo de alguna manera, y que siga anclado con mis RIP, Cicatriz, La Polla… y la verdad es que estoy siguiendo la recomendación, porque parece ser que no quedan muchos especímenes como yo (risas).

Pero sí que tienen seguidores jóvenes, aunque solo sea por influencia de sus padres y madres, ¿verdad?

Cuando me invitaron a colaborar con La Munición casi se me saltan las lágrimas cuando vinieron unos chavales de 20 añitos, y me dijeron que su padre no había podido ir al concierto y que me saludaran de su parte… me pareció algo genial, ¡pero qué mayor soy, joder! (risas). Por eso volvemos, para que esta gente nos vuelva a ver y para sacarnos la espinita de irnos sin poder demostrar todo lo que podíamos haber sido; y la verdad es que ahora, ver la respuesta que han tenido, da un poco de vértigo…

Sí, porque han agotado entradas en la Jimmy Jazz, meses antes del concierto, algo que no es nada sencillo de conseguir…

La gente te va diciendo que incluso podíamos llenar el doble, pero es que la Jimmy ya son 750 personas, ¿y qué pasa si luego metes solo 200?... bueno solo, ¿cuándo hemos metido nosotros 200? (risas). Lo que te quiero decir es que impone un poco porque se agotaron las entradas en cuatro días; incluso hay amigos de toda la vida que llevan 25 años esperando, que se han quedado sin entrada… y no será porque no se lo dije, ¿eh? Pero estamos muy contentos con la respuesta de la gente en Gasteiz, y también en la Totem de Iruñea, donde tocaremos en mayo.

¿Están pensando en hacer temas nuevos después de estos conciertos?

Si todo va bien, a final de año, sí que nos gustaría entrar a grabar lo nuevo, y en eso es en lo que estoy currando yo ahora; me he dado cuenta de que me veo más lúcido y fresco que nunca… ¡es que estoy casi sin usar! (risas). Lo que queremos es hacer un disco como el último que hicimos, porque tenemos claro que, si nos gusta a nosotros, va a ser un buen disco, y va a gustar a la gente.