JUL. 20 2024 - 06:00h Microsoft cae, desata el caos y revela la frágil dependencia tecnológica Una fallo en Microsoft ha causado serios problemas de gestión en aerolíneas y sistemas de pago y de salud de todo el mundo. En Euskal Herria, Osakidetza se ha visto afectada. Un recordatorio de la frágil dependencia hacia las grandes tecnológicas y la externalización de la infraestructura digital. Pasajeros esperan en la terminal sur del aeropuerto de Gatwick mientras se cancelan o retrasan algunos vuelos en Horley, al sur de Londres. (Benjamin CREMEL | AFP) Ibai Azparren «Ha sido un caos. El sistema informático se ha caído, las agendas estaban paralizadas y los médicos no podían recetar ni leer los informes», relataba a NAIZ una usuaria de Osakidetza que acudió con su madre al ambulatorio para ver el resultado de una analítica que nunca llegó. La avería global de los sistemas de Microsoft generó ayer problemas de gestión en todo el mundo; en Euskal Herria, una de las principales afectadas fue Osakidetza. Microsoft aclaró que la grave incidencia –que algunos expertos catalogaron como una de las mayores caídas de la historia– no tuvo nada que ver con ciberataques ni problemas de seguridad de otra índole. Un fallo en los sistemas a raíz de la actualización de un componente de ciberseguridad de la empresa Crowdstrik fue el responsable de la caída. Infraestructuras críticas como aeropuertos y transporte público, empresas o bancos alrededor del mundo se vieron afectadas, y también centros de salud de todo el mundo, al igual que los de Osakidetza. El efecto mariposa es uno de los ejemplos más famosos de la teoría del caos. De ahí nace la idea de que el simple aleteo de una mariposa en un lugar y momento determinados pueda causar terribles efectos meteorológicos en cualquier otra parte del planeta. Más allá del ejemplo, subyace la idea de que todo lo que acontece guarda una conexión. Y debe de ser verdad, porque el fallo en la sede de CrowdStrike en Austin, Texas, desató una tormenta en medio planeta, y complicó la mañana en los centros de salud de Osakidetza. En un ambulatorio de Gipuzkoa, un usuario cuenta que la herida de su madre fue perfectamente atendida, pero necesitaba calmantes y no había ordenadores funcionando para recetarlos. «Todo estaba caído, así que usaron un cuaderno a la vieja usanza para darme cita y me dijeron que en dos días revisarían la herida», señala. «No podían registrar los calmantes en la cartilla, así que fui a la farmacia cercana, pero allí también estaba todo caído», añade. Y para colmo, y ya como anécdota, relata la trifulca entre un trabajador de gasolinera y un cliente que intentó pagar con Waylet, el sistema de pago de la compañía Repsol a través del teléfono móvil, que ayer también estuvo caído durante unas cuantas horas. Así, el 70% de ordenadores de la Administración General del Gobierno de Lakua se vieron afectados a primera hora de la mañana. Sobre las diez, más de la mitad de dispositivos se encontraban ya funcionando con normalidad. Los problemas de Microsoft también alcanzaron a Izenpe, la plataforma de identificación electrónica de las administraciones de la CAV, lo que impidió a primeras horas la firma de documentos.Dependencia Al margen de teorías físicas y mariposas, los problemas de Microsoft que provocaron incidencias desde Berlín a Sydney pasando por Hong Kong, están relacionados con la dependencia de millones de interacciones en unas pocas pero gigantes corporaciones tecnológicas que formalmente solo están obligadas a rendir cuentas ante sus respectivos accionistas. La explicación técnica, según el consejero delegado de Crowdstrike, George Kurtz, fue que la última actualización de controladores de Falcon Cloud Security –una plataforma de software diseñada para evitar ciberataques en los sistemas informáticos– contenía errores. Por tanto, inmediatamente colapsó Azure, la plataforma creada por Microsoft para construir, probar, desplegar y administrar aplicaciones y servicios utilizando su infraestructura global y de la que depende alrededor del 24% de la computación en la nube a nivel mundial. «La interrupción de hoy es más fácil de entender si se sabe que la ‘computación en nube’ no es más que un eufemismo para la externalización de la infraestructura digital», señaló en su cuenta de X Evgeny Morozov, escritor e investigador bielorruso experto en las implicaciones políticas y sociales de la tecnología. De esta manera, mostraba su preocupación porque se confía todo ese conocimiento, todos esos datos, a grandes corporaciones privadas, en lugar de desarrollarlo desde las instituciones. «De repente se incurre en riesgos de ciberseguridad (porque de repente todo requiere conectividad)», apuntó. Today's outage is easier to grasp if you know that "cloud computing" is just a euphemism for outsourcing one's digital infrastructure, whereby one also a) loses institutional IT expertise b) suddenly incurs cybersecurity risks (for everything suddenly requires connectivity). — Evgeny Morozov (@evgenymorozov) July 19, 2024 Así, las repercusiones se extendieron a tal punto que otros servicios, aplicaciones, programas y empresas que dependían de Azure también se vieron afectados. La interrupción del servicio bancario en varios países y la inoperancia de las intranets de sistemas sanitarios fueron solo algunos ejemplos. Además, los portátiles de ciertos trabajadores comenzaron a mostrar pantallas azules, indicando fallas en los sistemas y la necesidad de reiniciar servidores. Canales de noticias como Sky News o BBC en Gran Bretaña, ABC o SBS en Australia, y las redes del grupo Canal+ en el Estado francés tampoco pudieron transmitir programas en vídeo.Aeropuertos, bancos... El sector aéreo fue uno de los más afectados por el fallo sufrido en los sistemas de Microsoft. En total, más de 29.000 vuelos fueron retrasados y se produjeron más de 3.000 cancelaciones en todo el mundo, según FlightAware, multinacional tecnológica que proporciona datos y seguimiento de vuelos en tiempo real. En Europa, fueron muchos los aeropuertos y aerolíneas afectadas. Fue el caso del aeródromo de Heathrow en Londres, uno de los de mayor tráfico, donde se implementaron planes de contingencia para minimizar el impacto en los viajes. También los aeropuertos de Luton, Gatwick, Stansted, Edimburgo, Manchester, Roma, Schiphol, Berlín, Zurich o Cracovia, entre otros. Pantallas apagadas en Times Square debido al fallo de Microsoft. (Adam GRAY/AFP) Todos los vuelos de varias de las grandes compañías aéreas estadounidenses –entre ellas Delta, United y American Airlines– quedaron en tierra en la madrugada del viernes debido a este apagón, que afectó a todos los vuelos de las aerolíneas del país, independientemente de su destino. Unos 4.500 vuelos en EEUU y hacia ese país sufrieron retrasos, y casi 1.700 fueron cancelados. Además, varias aerolíneas y aeropuertos del sudeste asiático reportaron problemas. Entre las aerolíneas afectadas se encontraban Singapore Airlines de, Cebu Pacific de Filipinas y AirAsia de Malasia. De vuelta a Euskal Herria, una treintena de vuelos de salida desde el aeropuerto de Loiu sufrieron pequeños retrasos, de unos veinte minutos En Iruñea, se retrasó el vuelo de las 9.30 a Madrid. El ministro español de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, afirmó ayer por la tarde que las suspensiones afectaron «a no más» de cien vuelos del alrededor de 4.000 gestionados por Aena. «Había un trabajador que describía que había tenido que escribir a mano más de 200 tarjetas de embarque en muy poco tiempo. Hemos tenido que hacer la operativa como se hacía hace 40 años pero se ha sacado adelante», señaló Puente. Horas después, la sociedad mercantil estatal indicaba que hubo un total de 400 cancelaciones reportadas por aerolíneas, un 6,5% de las operaciones. El fallo también afectó a bancos, instituciones, organismos y hospitales. Incluso el sistema informático de París 2024 se vio afectado de manera parcial e impidió la entrega de uniformes y acreditaciones. Así, bancos como Kutxa o Laboral Kutxa también tuvieron problemas para la gestión de sus operaciones en sus servicios de banca electrónica y Bizum, al igual que la factoría de Mercedes en Gasteiz, con cerca de 5.000 trabajadores, que se vio obligada a cancelar la producción en el turno de noche de ayer en los sectores de Montaje Bruto y Pintura.Soluciones y perspectivas Kurtz aseguró ayer que sus ingenieros resolvieron el problema que causó el fallo global en los sistemas de Microsoft, aunque avisó que puede tomar tiempo para algunos clientes volver a operar. Pese a que muchos vuelos nacionales normalizaban sus operaciones, al cierre de esta edición la conectividad global estaba afectando con mayor incidencia a muchos vuelos internacionales en países como México o Australia. Además, CrowdStrike proporcionó una pequeña guía a sus clientes para solucionar el incidente manualmente. De este modo, expertos explicaron que se puede aplicar un parche de manera manual de forma sencilla, mientras los proveedores de la compañía trabajan en implementar soluciones automáticas externas. Asimismo, Microsoft informó ayer por la noche de que estaba trabajando para redirigir el tráfico afectado a sistemas alternativos para aliviar este impacto y que sus servicios seguían experimentando mejoras mientras continúa tomando medidas de mitigación. Con todo, la recuperación total podría llevar semanas, según los expertos.