Todo el año, pero especialmente a partir de primavera, nos encontramos un día sí y otro también con los tradicionales o típicos mercadillos. En ellos se puede encontrar casi de todo, desde textil, complementos, calzado, cosas del hogar, y en muchos casos, productos de alimentación. Al tratarse de ventas “especiales” tienen también su normativa reguladora, pero en general cerramos los ojos aunque sepamos de antemano que “no es oro todo lo que reluce”, empezando porque rara vez nos entregan un ticket de compra.

Los ayuntamientos tienen competencias para regular dentro de su territorio y son los que pueden determinar el lugar, los días y horarios para llevar a cabo esta actividad, así como autorizar o no el tipo de productos y las condiciones higiénico-sanitarias que deben observarse. Otra cosa diferente son los mercados o ferias tradicionales para fiestas y acontecimientos populares que, aunque también dependen de las instituciones municipales, por lo general solo venden sus productos agropecuarios y ya cuentan con los controles.

Tarjeta identificativa. Las personas autorizadas para el ejercicio de la venta ambulante portan su tarjeta identificativa, que contiene los datos esenciales de la autorización y que debe estar expuesta en un lugar visible y a disposición de la clientela. Deberá figurar en la misma la dirección donde se atenderán, en su caso, las reclamaciones de las personas consumidoras. Dicha dirección deberá aparecer en todo caso en la factura o comprobante de la venta. Además de esto, cada titular autorizado a practicar la venta ambulante deberá poseer un seguro de responsabilidad civil que cubra los riesgos de la actividad económica.

Hay que tener cuidado con la compra de alimentos embotados (mermeladas, mieles, etc) que deben estar perfectamente etiquetados para su identificación, composición y fecha de caducidad. Igualmente, debe aplicarse esta obligación a los embutidos, chacinados y quesos, por si surgiera algún tipo de intoxicación. Con el resto de productos no alimentarios debemos pedir información para saber si se trata de ventas de saldos, por lo cual ya contamos de antemano sobre la calidad y estado del producto.