Consejos sensatos para cuidarse en verano
Obviando los habituales consejos para no engordar que abundan en verano, la dietista-nutricionista de 7K recomienda para la estación del calor cuidar la hidratación, comer saludable y controlar la conservación de los alimentos.
El otro día alguien me preguntaba qué suelo aconsejar para cuidarse en verano y, en realidad, es una pregunta bastante habitual en la época estival, pero me hizo reflexionar. ¿Qué pasa en verano? ¿hay que comer de forma diferente? ¿por qué parece que nos preocupamos más por comer saludable durante estos tres meses?...
Lo cierto es que si navegamos un poco por internet enseguida encontramos titulares del tipo: Consejos para no engordar en vacaciones; ¿Cómo cambia la alimentación en verano? o ¿Qué hay que hacer para disfrutar en verano y no engordar? Como vemos la mayoría de consejos se centran en no engordar, un clásico que no sorprende. Pues bien, fuera de este concepto pesocentrista, vamos a ver cómo podemos cuidarnos en verano a diferencia del resto de estaciones.
Partamos de la base de que el verano no debería servir de pretexto para descuidar nuestra alimentación o para no corregir o cambiar nuestros hábitos alimentarios, sino todo lo contrario puesto que disponemos, por lo general, de más tiempo libre para pensar, preparar y cocinar, por ejemplo.
Así pues en primer lugar especialmente en verano, debemos prestar atención a la hidratación, priorizando la ingesta de agua, limonada o infusiones con hielo, así como de frutas y las verduras que resultan un recurso efectivo y saludable para mantener un correcto nivel de hidratación. Para seguir con los vegetales, el verano es un momento perfecto para consumir más verdura cruda en ensaladas y cremas frías. De este modo conseguimos refrescar, hidratar y sobre todo, aprovechar al máximo las propiedades nutricionales de los vegetales.
Por último, aunque es más frecuente comer fuera de casa, recordemos que esto no debería estar ligado a comer mal; todo lo contrario, siempre y cuando prioricemos la elección de verduras como primer plato o guarnición, ensaladas de legumbres, de patata, de arroz como plato completo y segundos platos cocinados con técnicas culinarias sencillas (plancha, asado etc.). No debemos olvidar tampoco, como el resto del año, evitar el consumo de alimentos ultraprocesados, de bebidas azucaradas y/o alcohólicas y priorizar fruta y/o queso o yogur natural de postre.
Finalmente, en verano, cuidarse y comer saludablemente va de la mano de cuidar la seguridad alimentaria para evitar las toxiinfecciones alimentarias especialmente presentes en esta estación debido las altas temperaturas. Para ello debemos cocinar correctamente los alimentos, guardarlos y transportarlos perfectamente cerrados y separados unos de otros en envases diferenciados. Y, por último, en la playa y la montaña es preciso usar nevera y/o bolsas isotérmicas para conservar los alimentos refrigerados en lugar de directamente expuestos al sol.
Esto es realmente cuidarse en verano, el resto de “consejos” son innecesarios y seguramente, peligrosos.