7K - zazpika astekaria
MIRADA AL MUNDO

un videojuego de guerra para la paz en colombia


Pequeña, piel morena y con pelo a lo afro, Victoria es el personaje principal de “Reconstrucción”, un videojuego creado y desarrollado en Bogotá con el que se busca que los jugadores se pongan en la piel de las víctimas del conflicto armado de Colombia. Dirigido a estudiantes de los grados superiores de bachillerato, nace con la idea de que los jóvenes interioricen la transición hacia la paz. Es decir, «que nos pongamos un poquito en los zapatos de los otros», explica el ingeniero de sistemas Álvaro Triana, integrante del equipo de investigación que trabaja en esta herramienta pedagógica para cerrar las heridas abiertas por un conflicto que ha enfrentado a guerrillas, paramilitares y agentes estatales durante más de medio siglo dejando ocho millones de víctimas, entre ellas 268.000 muertos.

La historia comienza cuando esta mujer, de unos 30 años, regresa a su pueblo natal de Pueblo Escondido, un lugar inventado en la región del Urabá (noroeste), de donde huyó a los 14 años desplazada por la violencia. Empieza a tener flashbacks sobre su vida en este pequeño y selvático poblado rodeado de naturaleza. La aventura gráfica gira en torno a su interacción con otros personajes, como su abuelo, otros pobladores y miembros de grupos armados.

¿Qué haríamos en su caso? Victoria se enfrentará a dilemas éticos profundos, como ayudar a un miliciano a esconderse en el colegio, dar información a miembros del ejército, huir en medio de un enfrentamiento o dejar un herido en el camino. «No hay un camino correcto o incorrecto. Se trata precisamente de enfrentarse a los dilemas que un conflicto como el nuestro genera», explica Triana. «Las decisiones del jugador afectan a la historia que se va contando, precisamente para hacer énfasis en el punto de que, estando nosotros en esa situación, ¿qué haríamos? No es tan fácil como imaginamos. ¿Ayudaría yo a una de las personas que acaba de atacar mi pueblo? ¿Es correcto hacer eso o lo dejo morir?».

“Reconstrucción” no tiene imágenes de violencia y tampoco incluye al narcotráfico. «Un juego de guerra difícilmente va a estimular buenos comportamientos» y el narcotráfico es difícil de abordar y «no queríamos apelar al morbo», añade. Además, la narrativa es apoyada por cómics y no busca estigmatizar a parte alguna, porque todo, explica este ingeniero, es resultado de las circunstancias propias de la dinámica de la guerra.

Este videojuego, que cuenta con financiación de Cooperación Alemana (GIZ), el primer capítulo de la que esperan que sea una saga y también tendrá una versión en inglés, aunque el público al que buscan llegar es principalmente al colombiano urbano que no vivió de cerca los enfrentamientos. «Curiosamente, la idea de un videojuego que trate el conflicto armado generó más rechazo en las personas que trabajan con víctimas que en las propias víctimas», afirmó el productor, quien trabaja con un grupo de veinte animadores, ingenieros, artistas y programadores en el desarrollo de la plataforma.