Plantas suculentas

No sé si fue debido al calor o las vacaciones de los productores y vendedores, pero en los puestos de venta de plantas de la Plaza de San Ignacio el segundo sábado de cada mes aparecían casi en exclusiva plantas crasas, suculentas o cactáceas, se acepta cualquiera de las denominaciones. Estas especies económicas, por sus necesidades hídricas, son muy interesantes para adornar tiestos y jardineras en terraza. Si llueve no necesitan riego, y en un mes caluroso será suficiente con cuatro o cinco.

Las más rústicas son las naturales del desierto, que pasan del calor diurno al frío de las noches del invierno. A estas plantas hay que proporcionarles un suelo con buen drenaje, rico en arena o pouzzolane (piedra volcánica). También les va bien un talud situado al sur, mientras conviene evitar los suelos con turba y materia orgánica como el compost, que ayuda a que se pudran.

Entre las más resistentes, destaca la sempervivum, que aprecia la tierra rica y soleada e incluso puede llegar a vivir hasta cien años en el mismo lugar. Los sedum forman hermosos tapices que se pueden aplastar con las manos. El género beschorneria se parece al agave con bordes dentados. El graptopétalo tiene tendencia a cubrir todo el tiesto con sus tallos y hojas caídas; en general, las rosetas son más grandes si se les eliminan los retoños.

Las plantas suculentas más delicadas son los aloes o la yuca con hojas lancéolas algo inclinadas, que no hace falta tutorar. El aloe resiste bien las salpicaduras salinas. Entre los cactus, los pertenecientes a la especie opuntia azul, opuntia de Alaska o echinopsis necesitan terreno muy seco en invierno.

Precisamente, en la estación más fría del año estas plantas temen el agua de lluvia. Por eso es importante protegerlas con una cubierta plástica bien aireada por los lados y, para prevenir la condensación el plástico, debe estar inclinado. Las malas hierbas, al pie de estas plantas, son nefastas por la humedad que aportan. Les irá bien un acolchado mineral y, sobre todo, en invierno retirar las hojas viejas para dejar lugar a los brotes jóvenes.

Con la mayoría de las suculentas se hacen esquejes con facilidad, así que se puede sacar los retoños y plantarlos directamente en una mezcla de arena y tierra. Antes de llevar a cabo esta operación es importante dejar las ramas de los sedums varios días al sol y luego plantarlas en un sustrato rico en arena.