MIKEL INSAUSTI
CINE

«The Greatest Showman»

El musical goza de muy buena salud, más aún tras el triunfo en los Oscar de “La La Land”. Y no solo en Hollywood, porque también se dan fenómenos más locales como “La llamada”. Pero no cabe duda de que la influencia de la película de Damien Chazelle está alcanzando a otras producciones de mayor presupuesto, como es el caso de “The Greatest Showman”, cuyas canciones han sido compuestas por Ben Pasek y Justin Paul, que le dieron a “La La Land” una de sus seis estatuillas, concretamente la de Mejor Canción por “City of Stars”. La Fox confía tanto en el momento de esta pareja que ha creado en torno a los dos autores un musical totalmente nuevo, a pesar de que podían haber adaptado el ya existente “Barnum”, estrenado en Broadway a principios de los 80 con Jim Dale encarnando al histórico empresario del espectáculo P.T. Barnum y Glenn Close a su esposa Charity.

Lo cierto es que, musicales aparte, la figura de Phineas Taylor Barnum siempre ha interesado al cine y la televisión. Aparecía ya en “A Lady’s Morals” (1930), una realización de Sidney Franklin que se centraba más en la cantante de ópera sueca Jenny Lind, a la que dio vida la soprano Grace Moore. Wallace Beery volvió a interpretarlo de nuevo en la comedia de Walter Lang “El poderoso Barnum” (1934). Burl Ives, con un gran parecido físico, protagonizó la fantástica “Chiflados del espacio” (1967), del británico Don Sharp, y en la que se tildaba al excéntrico productor circense como poco menos que un pionero de la carrera espacial en tiempos de Verne. En la pequeña pantalla tuvo el rostro de Burt Lancaster en “Barnum” (1986) y el de Beau Bridges en “La vida de P.T. Barnum” (1999). Y hasta Martin Scorsese se acordó de él en “Gangs of New York” (2002), buscando un actor tan idéntico al verdadero personaje como el británico Roger Ashton-Griffiths.

Por supuesto que Hugh Jackman no se parece en nada a Barnum, pero el australiano es en la actualidad uno de los nombres más cotizados dentro del género musical, razón por la que nadie le podrá discutir su idoneidad al frente del reparto. En principio, la idea era contar también con Anne Hathaway, para así repetir la pareja del musical “Los miserables” (2012), con el consiguiente riesgo de caer en un perfil demasiado dramático. Al final, se ha optado por contar con una actriz sueca para el papel de la ya mencionada Jenny Lind y, en efecto, Rebecca Ferguson encaja muy bien con la personalidad extranjera de la cantante lírica que sirvió para dignificar los espectáculos teatrales de Barnum, los cuales inicialmente estaban más cerca de la barraca de feria con la exhibición de fenómenos. El más extraño de ellos era, por cierto, una esclava afroamericana a la que se presentaba como la niñera inmortal de George Washington, con una supuesta edad cifrada en 161 años. El maquillaje ayuda a la transformación de la ya de por sí veteranísima Diahann Carroll.

Dentro de la locura de los enanos, tragadores de fuego o las mujeres barbudas, el mayor exotismo y atractivo lo representaba la trapecista Anne Wheeler, interpretada por la cantante y bailarina Zendaya, a quien se empareja con Zac Efron. Ellos acompañan al matrimonio Barnum formado por Hugh Jackman y Michelle Williams. Con todo, la acción de la película, que se estrenará en nuestras pantallas el 12 de enero con el título de “El Gran Showman”, concede más metraje a la etapa fundacional del circo Ringling Bros, en 1871, del que Barnum era el socio principal. Es de imaginar que la dirección se ha puesto en manos del debutante Michael Gracey por su condición de supervisor de efectos visuales. Y así, suya es la responsabilidad técnica y artística de recrear la magia de un mundo maravilloso que aportó a la sociedad decimonónica la capacidad de soñar, mucho antes de que el cinematógrafo llegara a ser el mayor entretenimiento de masas.