Kintsugi

Así como la vida deja cicatrices que hacen que nuestro cuerpo sea único, la antigua técnica de kintsugi nos enseña a embellecer las grietas de nuestros platos y vasos favoritos con oro, dándoles una nueva vida. Esta técnica se ha terminado convirtiendo en una filosofía de vida que predica que «frente a las adversidades y errores, hay que saber recuperarse y sobrellevar las cicatrices». En un mundo consumista, donde el valor de un objeto es proporcionalmente inverso a su disponibilidad y su atractivo disminuye con cada nueva versión que lo convierte en viejo y obsoleto, pocas cosas resisten la prueba del tiempo. O la prueba de las próximas tendencias. Presentada en la última edición de Maison et Objet por la italiana Seletti, “Kintsugi” pretende resaltar exactamente lo contrario y hacernos valorar el tiempo y el carácter que aporta la experiencia. «A lo largo del tiempo conocemos fracasos, desengaños y pérdidas. Con todo, aspiramos a esconder nuestra naturaleza frágil, esa que nos hace más humanos y auténticos, bajo la máscara de la infalibilidad y el éxito. Se ocultan los defectos, aunque desde que nacemos nos recorre una grieta», cuenta Marcantonio Raimondi Malerba, el diseñador que se encuentra detrás del diseño de la colección. Belleza, fragilidad, fuerza y recomposición, todo junto en una pequeña taza. No me digáis que no es mucho más bonito que un libro de autoayuda. www.marcantonio.it

Cultivar semillas

Y también cultivar nuestra relación con la naturaleza. La diseñadora Aino Delgado nos propone integrar un trocito de naturaleza en nuestros hogares con “Growing seed”, un huerto urbano minimalista diseñado en colaboración con el estudio Meua Mare. Pensado para jóvenes que sienten amor por la naturaleza, pero que viven en pisos de ciudades excesivamente pobladas, este minihuerto urbano combina simplicidad en sus formas con funcionalidad y versatilidad, ya que, gracias a un diseño modular y apilable, podemos crear un entorno más natural que se adapte a cualquier espacio. Fabricado en madera y piezas impresas en 3D con material biodegradable, su diseño se centra en una intuitiva y ligera estructura que, gracias a la fuerza magnética de unos imanes situados en las piezas de unión, soporta un recipiente contenedor de plantas. Además, a través de su estructura apilable se pueden crear infinitas formas y customizarlas con una amplia gama de colores y acabados. www.ainodelgado.com

Adara

Los valencianos Momoca acaban de lanzar esta interesante cómoda, que se presenta como minimalista y un poquito retro a primera vista, pero que, al acercarnos y mirarla de cerca, sorprende por la acertada combinación de madera, metal y piedra. “Adara” está diseñada para ser una cómoda, un aparador o una consola que podemos personalizar decidiendo el tipo de módulo, acabado y revestimiento superior que más nos guste. Los módulos vienen en diferentes tamaños y están disponibles con cajones, puertas lisas o puertas ranuradas. El acabado natural de chapa de roble puede ser brillante, ahumado, oscuro, natural o whisky, o ir lacado en blanco, gris perla o crema. Y para la parte superior, las posibilidades se amplían aún más. Os aviso: los vais a querer todos. www.momocca.com

Navicula

Siempre pensamos que las mayores responsables de generar oxígeno son las plantas, cuando lo cierto es que es el pequeño plancton oceánico el responsable del 50% del oxígeno que se produce en el planeta. La navicula es una microscópica alga en forma de barca que, mientras pasea por el agua sus armoniosas y bien trazadas curvas, contribuye a que nuestra atmósfera sea respirable. Su interesante forma ha inspirado esta lámpara, que replica su estructura elegante y frondosa, magnificando sus detalles para poner en evidencia la curiosa pero indiscutible belleza de los microorganismos. Fabricada a partir de ligeras capas de bambú, la lámpara viene en piezas individuales, lista para ser ensamblada en el sitio. Diseñada por David Trubridge. www.davidtrubridge.com

Magma

Martín de Azúa retoma el estudio de las fibras naturales con “Magma”, una colección que emplea el yute como único material y que, haciendo referencia al nombre de la colección, se inspira tanto en la fluidez de la masa de roca fundida como en las imágenes de los jardines zen. Esta mezcla –tan aparentemente opuesta pero tan cercana en la mente de este vasco afincado en Barcelona– le ha llevado a crear un conjunto de tapices de aspecto sencillo y sofisticado, afines a su mundo de formas orgánicas. Azúa, que ya en 2014 nos presentaba la colección Magma, reivindicando la artesanía y rompiendo con las formas tradicionales de la confección de alfombras de esparto, vuelve este 2018 con una nueva versión. Idéntico nombre, distintos ingredientes. «El estudiar la industria nacional de las fibras naturales y el trabajar mano a mano con las mujeres artesanas que confeccionan el esparto en Murcia, me ha servido para acercarme aún más a la industria tradicional», dice. Las alfombras “Magma Yute” están confeccionadas con un cordón de yute, fabricado especialmente para ellas, que se caracteriza con un interior de la trencilla que contiene fibras de algodón y el exterior está encerado para conseguir la resistencia y protección adecuadas. Además, como siempre, las piezas de Azúa parecen simples pero están llenas de detalles como que las puntas de la cuerda estén rematadas en nobuk, los dos lados útiles o la opción para exteriores. www.martinazua.com