DEC. 15 2019 PANORAMIKA Proceso IKER FIDALGO No son pocas las ocasiones en las que desde estas líneas aludimos a la importancia de los procesos creativos. El arte contemporáneo no se entiende como una narración cerrada con un principio o un final. Si bien existen, por supuesto, piezas o proyectos que se dan por finalizados, todos ellos forman parte de una trayectoria que se va conformando mediante la ligazón de cada una de las fases. El arte, como la vida, se compone de experiencias, de conflictos y de la asunción de riesgos. Es por esto que cuando hablamos de la creación, nos referimos a una dedicación constante que se aleja de los momentos de pasajera lucidez que la tópica figura del artista genio siempre ha promovido. El desarrollo de las múltiples líneas de una carrera artística se dejan entrever en la evolución de la misma, proponiendo diferentes grados de madurez que son parte de un compromiso total. Por tanto, cuando asistimos a una exposición estamos accediendo a una cara del contenido (el que cada artista quiere mostrar) y no debemos nunca dejar de tener en cuenta que aquello a lo que nos enfrentamos está compuesto de ramificaciones, vivencias, ensayos y dudas. Y lo que es más importante, que es posible que más adelante lo que entendimos como pieza, sea un paso previo hacia una nueva etapa. El pasado día 5 de diciembre, la fundación BilbaoArte inauguró la muestra correspondiente al programa de puertas abiertas que da por finalizado el 2019, y que servirá a su vez como periodo de selección para aquellos proyectos que formarán parte del programa expositivo del 2020. “Puertas Abiertas /Areak Zabalik 2019” ha contado además con intensas sesiones de conferencias a lo largo de esta semana que termina, en la que cada becado ha podido explicar el proyecto desarrollado en su periodo de residencia sumado a un programa que incluía performances e incluso actuaciones musicales. La exposición supone una oportunidad inigualable de acercarse al trabajo artístico más ligado al taller y al periodo de una residencia. Los diferentes espacios de la sede ubicada en la calle Urazurrutia de Bilbo, se transforman en sala de exposiciones sobre las que 24 propuestas artísticas son materializadas. Conocer las tripas de un centro de producción como es BilbaoArte nos ayuda a acercarnos a las diferentes lógicas que componen el trabajo del arte. Además de eso, la convivencia entre los diferentes agentes seleccionados en esta edición, es sin dudarlo una de las aportaciones más valiosas de su programa, pudiendo encontrar espacios de reflexión conjunta y lugares comunes desde los que afrontar los diferentes avances. Hasta el 17 de diciembre podemos acercarnos a proyectos de nombres como Helena Goñi, Damaris Pan, Saioa Olmo o Sergio D. Loeda entre otros. La galería Espacio Marzana de Bilbo presentó el pasado 22 de noviembre y hasta el próximo 10 de enero “Nesmo”, a cargo del artista Joseba Eskubi (Bilbo, 1967). En una línea de trabajo muy identificable en lo que a la resolución formal se refiere, Eskubi presenta en esta ocasión una serie de trabajos pictóricos de pequeño y mediano formato que se exponen de manera grupal e interrelacionados entre sí, en las paredes del espacio Marzana. En todas las piezas aparece representado un horizonte sobre el que se eleva una mancha de pintura que adquiere diferentes grados volumétricos y formas que desafían cualquier tipo de patrón. Parece remitirnos a un ensalzamiento de la propia materia, del pigmento como elemento central que sobrevuela la escenografía de la pintura. Una alusión directa al principio de todo, a la mancha goteante, líquida y cruda que se desprende de la línea del dibujo que lucha por domesticarla.