DEC. 29 2019 Aduriz, el jugador que simboliza la resiliencia del Athletic Manex Altuna Aritz Aduriz se despedirá del fútbol profesional en mayo con 39 años. Un jugador con carácter y liderazgo en el vestuario que, a base de goles, se ha ganado un sitio en el Olimpo rojiblanco. Un futbolista que simboliza la resiliencia tras tener que ganarse la vuelta al Athletic en dos ocasiones y mejorar, como el buen vino, con el paso de los años. El donostiarra ha marcado una época con protagonismo especial en el título de Supercopa en 2015 y en las noches europeas con los cinco goles anotados al Genk en 2016. Asimismo, es el sexto jugador que más goles ha anotado en el Athletic con 172 goles –tiene a Iraragorri a siete tantos en el quinto puesto– y se encuentra con 400 partidos entre los veinte que más han jugado con la camiseta zurigorri. Aduriz es un portento físico que destacó en el deporte desde pequeño. En categorías infantiles llegó a ganar el campeonato vasco de esquí de fondo y fue subcampeón estatal. Antiguo alumno de la ikastola Herri Ametsa en Ulia, creció en el barrio de Ategorrieta. Dio sus primeros pasos en el fútbol en el Sporting de Herrera hasta que se incorporó al Antiguoko y formó parte del equipo juvenil que en 1999 disputó las semifinales de Copa con los hermanos Xabi y Mikel Alonso, Mikel Arteta y Andoni Iraola. Junto con el de Usurbil recaló en Lezama y fue cedido al Aurrera de Vitoria. Tras pasar por el Bilbao Athletic, debutó en el primer equipo con Heynckees en un partido de Copa ante el Amurrio en 2002. Jugó otros tres partidos, pero no le renovaron el contrato. Tras pasar por Burgos y Valladolid, regresó para salvar a un equipo que tuvo que lidiar con el descenso. Después, fue malvendido al Mallorca y volvió desde Valencia con 31 años antes de que estallara la polémica no renovación de Llorente en el segundo año de Bielsa. Las lesiones le han impedido rendir en los últimos meses, pero ha dejado su impronta con un penalti lanzado como si fuera un golpeo de golf y un golazo de media chilena ante el Barcelona. Aduriz nunca se rinde y resiste, como el Athletic, en el actual fútbol moderno.