El poder de la danza
Precious Duru realiza una rutina de baile en la calle Okelola en Ajangbadi; un distrito pobre de Lagos, la megalópolis nigeriana de veinte millones de habitantes. Duru es una de las estudiantes de la Academia Leap of Dance, una escuela de ballet que acoge a una docena de alumnos de entre 6 a 15 años y tiene como objetivo llevar la danza clásica a niños desfavorecidos. Creada por Daniel Ajala, un amante del ballet autodidacta que aprendió los secretos de esta disciplina artística en tutoriales y libros, en esta escuela que Ajala financió con sus ahorros las lecciones son gratuitas y se proporciona el kit –zapatillas, leotardos...–. Sin música, porque no hay electricidad ni suficiente dinero para encender el generador, practican sus piruetas y arabescos ante unos vecinos antes reacios y ahora cada vez más cautivados por la experiencia.