NOV. 01 2020 SALUD #ElAzúcarMata XANDRA ROMERO Según el Ministerio de Consumo, el azúcar mata. Y, por eso, han pensado que esta campaña para cambiar nuestros hábitos iba a ser todo un éxito. Sin embargo, les ha salido el tiro por la culata, pues la mayoría de los profesionales hemos sido muy críticos con ella por ser tremendamente desacertada. Esta campaña con el hashtag #ElAzúcarMata, que en un día recorrió la redes sociales hasta hacerse viral, viene acompañada de mensajes tales como que 2,8 millones de personas mueren en el mundo cada año a causa de obesidad o sobrepeso, según la OMS. Lo cierto es que los factores que influyen en la obesidad y el sobrepeso según la evidencia científica van mucho más allá del consumo de azúcar y dependen del metabolismo, hormonas, estado emocional, estrés, edad, control de la saciedad, microbiota, genes y, por supuesto, también de la alimentación y la calidad de los alimentos. De modo que no, no todo el mundo que sufre sobrepeso u obesidad hace un consumo excesivo de azúcar, mientras parece que solo importa el abuso de azúcar cuando se habla de obesidad, pero alguien con un peso menor, puede tener una alimentación mucho más desequilibrada que alguien con mayor peso. Este mensaje es como delegar la responsabilidad del sobrepeso a la persona que lo sufre, mientras, al igual que ocurre con el tabaco, se permite la venta de productos malsanos, ya que el azúcar en exceso sigue estando presente en la mayoría de productos del supermercado, de aquellos destinados a la población infantil, en los menús de los comedores, en las residencias y en los hospitales. ¿No es contradictorio? Asimismo, la misma fuente en la que se apoyan para esta campaña, la Organización Mundial de la Salud, no dice que el azúcar mate, sino que recomienda una ingesta reducida de azúcares libres a lo largo de toda la vida. Tanto en adultos como en niños, la OMS sugiere reducir la ingesta de azúcares libres a menos del 10% de la ingesta total de energía. Recordemos que los azúcares libres son aquellos añadidos a los alimentos y bebidas por fabricantes, cocineros o consumidores y los azúcares naturalmente presentes en la miel, jarabes, zumos de frutas y concentrados de zumos de frutas. Por otro lado, además de ser muy desacertada, esta campaña o quienes la hayan ideado, no han tenido en cuenta que enviar estos mensajes tan simplistas y verdades a medias no es divulgar con responsabilidad, puesto que pueden estar perdiendo de vista otras enfermedades, por ejemplo, los trastornos alimentarios. Y es que el miedo a la adicción al azúcar puede ser más tóxico que el azúcar en sí, ya que las personas con obesidad también hacen restricciones alimentarias intensas, porque creen en mensajes tan simplistas como este. Incluso, como ya hemos comentado anteriormente, algunas investigaciones como “Executive Functions Profile in Extreme Eating/Weight Conditions: From Anorexia Nervosa to Obesity”, advierten que la obesidad es una de las causas que desencadenan trastornos alimentarios de otro tipo. Un gran número de personas con obesidad severa desarrollan síntomas de anorexia y bulimia después de haber estado sometidas a una dieta estricta para perder peso o de haber sido intervenidas quirúrgicamente mediante cirugía reductora de estómago, según se asegura en una investigación publicada en la revista científica “The International Journal of Eating Disorders”. Esto ocurre porque estos mensajes tan simplistas y carentes de sentido tales como “el azúcar mata” o “los carbohidratos engordan” provocan pensamientos obsesivos en determinadas personas que persiguen perder peso a toda costa, tengan o no que perderlo. De modo que la aparición de esta campaña poco después de celebrarse el Día Mundial de la Salud Mental, deja claro que en el Ministerio de Consumo no tienen interiorizado ni tienen en cuenta el concepto de salud integral: física y mental.