Estamos en la época del año en la que más se consume, con diferencia. Cierto que este mes de diciembre presenta unas características únicas, comparativamente con las de 40 años atrás, pero aún y con todo seguiremos consumiendo mucho.

Como personas consumidoras tenemos obligaciones –además de derechos que defender– y en esta campaña toca apostar por nuestro comercio local y por productos de proximidad, para contribuir a la recuperación económica de sectores que se estan viendo especialmente afectados. Sean compras presenciales o por internet es recomendable actuar más con la mano en el bolsillo que en el corazón, aunque es difícil ante tantos estímulos emocionales que se nos lanzan.

Es importante informarse bien antes de pagar el producto sobre la posibilidad de cambio o devolución, ya que eso depende de cada establecimiento y más ahora con las medidas sanitarias.

En la compra de juguetes y electrónica se debe comprobar el correcto funcionamiento del producto que se va a llevar y exigir la factura y la garantía. Mejor evitar tiendas que abren solo para la campaña, pues en caso de problemas son más complicados de solucionar.

Producto local, también online. En caso de optar por internet hoy tenemos la posibilidad de comprar a muchos de nuestros comerciantes locales que disponen de tiendas virtuales (tanto para regalos, hostelería, productos label, etc). Excepto para las comidas, tenemos el derecho de desistimiento que permite, con carácter general, cancelar el contrato durante un plazo mínimo de catorce días naturales desde la fecha de recepción del producto, sin tener que alegar motivo alguno y sin penalización.

A la hora del pago comprobar que la web es segura, y utilizar siempre tarjetas vinculadas a nuestra cuenta bancaria, donde se puede ingresar el importe exacto de la compra –las tarjetas virtuales de prepago– y así limitar los perjuicios en caso de que terceros la capten y utilicen de forma fraudulenta los datos de la misma; igualmente seguras son las tarjetas de plataformas como paypal.