7K - zazpika astekaria
SORBURUA

Fáciles y resistentes


Cada planta se adapta a un tipo de suelo, así al iris le gustan los calcáreos; al lupino, ácido; a la artemisa, la tierra ligera. Para que vuestro jardín tenga todas las oportunidades de florecer, escoged la planta adaptada para cada clase de suelo y en las situaciones apropiadas. Para un terreno a la sombra escogeremos begonias vivaces para plantar en primavera, pachysandra para formar un tapiz bajo los arbustos siempre en suelos no calcáreos, y los epimedium, cubriendo el suelo con flores amarillo pálido –sus rizomas les permiten una larga vida–.

En tierras difíciles –puede ser por exceso de humedad– irán bien hibiscus de pantanos, sus raíces carnosas están a gusto también en un tiesto con buen riego. La Lisimaquia rastrera es muy vigorosa, forma matas de hojas bicolor y tiene flores amarillas. Persicaria se resiembra, tiene hojas punteadas de rojo coral. En tierras ligeras, la amapola de California coloniza la tierra pobre y también se resiembra. Crocosmia es muy rústica y no necesita cuidados. Agapanthus se planta en suelos aireados y se cuida el exceso de agua cuando está en tiesto. En suelos muy pesados, las margaritas o Leucanthemun necesitan mucho compost. Reservaremos el terreno muy calcáreo para el filadelfos, sus setos floridos y perfumados necesitan poda. Con las lilas rústicas con panículos olorosos se aprovecha la poda para hacer ramos.

Los jardineros negligentes y perezosos, a quienes se les olvida regar, pueden escoger para plantar Aeonium, carnosa en forma de flor, campanillas y el jubarbo, otra roseta crasa. Los que no dominan la poda, pueden optar por el mimbre, la catalpa y el saúco negro que nunca se quejarán. Para los despreocupados con el abono, nada como la borraja, los lupinos y los guisantes de olor que impasibles seguirán su crecimiento. A quienes no les gusta aportar herbicidas, escogerán ajos ornamentales, saponarias y la peonía que resiste a las malas hierbas; en las matas de peonías antiguas, echad un poco de compost. Que el césped está para jugar al fútbol, en este caso son idóneos los bambús enanos, la gramínea Zoysia tenuifolia o la verbena, todos aguantan las pisadas. Los jardineros que no quieren complicarse la vida, optarán por un jardín en libertad, la biodiversidad se da bien en los terrenos calcáreos, pero que se olviden de los rododendros.