Las mototaxis

En Bayé, un pequeño pueblo de Camerún que vive de la agricultura, las motocicletas tienen hasta tres metros de largo y transportan pasajeros y mercancías a Bafoussam, la principal ciudad de la región, ubicada a unos quince kilómetros de distancia. Estas motocicletas avanzan entre plantaciones y caminos sin asfaltar superando baches y hoyos, en terrenos embarrados o secos, mientras los habitantes de las aldeas celebran a su paso el ruido de sus motores porque llegan por esas vías intransitables para otros vehículos y les permiten una movilidad esencial. Y es que subidos a ellas consiguen llevar sus frutas y verduras a los mercados de la ciudad.

Les llaman benskineurs (mototaxis) y sus artífices son los mecánicos Emmanuel Wembe y Kuate Bachile, que las fabrican en un pequeño garaje de Bafoussam personalizadas y a gusto del cliente, ya que pueden ser de cuatro a diez plazas. La de arriba es de ocho y en ella aparece Emmanuel Wembe, el segundo por la izquierda, dando instrucciones a los pasajeros para que pongan los pies sobre los sacos y no se les atasquen las piernas. Las benskineurs tienen sus riesgos –¿y qué vehículo no?–, aunque en este el equilibrio cobra una importancia mayor, las caídas y pinchazos pueden ser más problemáticas teniendo en cuenta las condiciones del suelo. La imagen fue tomada el mes pasado pero no lo parece, más que nada porque van sin mascarilla y sin guardar la distancia social.