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SORBURUA

El jardín en las alfombras persas


El jardín persa estaba dividido en cuatro partes correspondientes al agua, el aire, la tierra y el fuego. Según la religión de Zoroastro, estaban formados por dos ejes transversales cada uno orientado a los cuatro puntos cardinales. Este jardín se denomina por la palabra persa char bagh o jardín de jardines. Los caminos y los canales de agua estaban a un nivel superior que los cuadrados con plantación. El cruce de los dos ejes se alzaba en una glorieta de cuatro árboles que formaban una fresca bóveda vegetal. La técnica de riego se hacía por inundación o manta. Con las compuertas abiertas, el agua se desbordaba y llegaba a la plantación, de tal manera que las raíces se empapaban sin estropear la parte aérea.

Los cipreses alineados en hilera marcaban los caminos contrastando con granados de copa redondeada y palmeras. En los cuadrantes, la plantación de arbustos y hierbas de poca altura favorecía que al paseante le pareciera una alfombra de colores. La siembra de flores se hacía a voleo, esto es, lanzando las semillas al viento para germinar donde cayesen. Podían ser rosas, las flores predilectas de los persas, lotos y aromáticas.

El historiador griego Jenofonte (s.IV a.C.) escribía entonces que el emperador Ciro se ocupaba del mantenimiento de su jardín siguiendo los principios de Zoroastro que mandaba y todavía manda a sus seguidores: cultivar la tierra y conservarla como medio de practicar el bien. Más tarde, el emperador Chosroes I (501-579), a quien le gustaba como a la mayoría de los persas estudiar el cielo nocturno, colocó en un cruce de su jardín un baldaquino de oro y lapislázuli que simbolizaba el cielo, las estrellas y los signos del zodiaco.

A este mismo emperador se le atribuye la creación de las alfombras persas. En su salón del trono utilizaba alfombras que representaban las estaciones del año que se sucedían en su jardín. Conocemos que la “Alfombra de primavera” tenía 2,50 metros de lado. Estaba trabajada en seda, con caminos bordados de oro y plata. Las bandas anchas con líneas onduladas tejidas con cristales de roca representaban los cuatro canales de la vida, la hierba de esmeraldas y las flores con piedras preciosas.

Con otros materiales, pero siguiendo el diseño de representación del jardín char bagh, la fabricación de alfombras persas pervive hasta nuestros días.