JUN. 06 2021 PANORAMIKA Detrás de la magia Iker Fidalgo El arte es una suerte de engaño. Una serie de trucos que consiguen crear partiendo de lo ilusorio. Desde su puesta en escena, a medio camino entre la escenografía o lo teatral, nos muestra otras visiones del mundo. Escenarios que solo existen en el espectro de lo imaginativo, en otros planos de aquello que vivimos día a día. Desde el arte rupestre, pasando por la representación religiosa o las vanguardias, siempre asistimos ante la presentación de nuevos relatos y ensoñaciones. Momentos capaces de arrancarnos de la realidad más tangible para llevarnos a otros planos, tan válidos como aquel en el que nos encontramos. Pero, como en toda magia, la creación artística tiene su tramoya. En la mayoría de las ocasiones, los resultados que se encuentran a nuestro alcance como público, son producciones acabadas. Proyectos que llegan al final de una fase y que son mostrados según una propuesta expositiva concreta. Todo lo que hay detrás de una pieza se queda en la experiencia del proceso creativo. En las horas de trabajo de taller, las jornadas dedicadas en un estudio o tras la investigación más profunda. Las diferentes etapas por las que atraviesa hasta su momento de visibilidad pública son cruciales y van conformando el carácter de la pieza final. Capa a capa, van conformando un sumatorio de experiencias, variaciones, correcciones, ideas, caminos y errores. Con todo, no hay narración que se complete sin la mirada que la activa. La mejor manera de acercarse al arte es siendo parte de él. Entendiendo que nuestra implicación es la que consigue que todo se ponga en marcha y que el juego siga funcionando. Hace tiempo que el Centro de interpretación de los humedales de Salburua, Ataria de Gasteiz, ha dedicado su sala de exposiciones a la muestra de trabajos artísticos. Si bien el grueso de su programa se compone de proyectos más divulgativos y cercanos a sus líneas de trabajo, son varias las artistas que han encontrado en este lugar un espacio para mostrar aquellas producciones ligadas a la naturaleza como terreno de inspiración. El pasado 12 de mayo, Arantza Eziolaza/AranEzio (Gasteiz, 1958) inauguró “Porteadores de historia de Euskal Herria y Caminantes” hasta el próximo 20 de junio. Casi podría decirse que se trata de una doble exposición, pues nos ofrece dos proyectos bien diferenciados ya desde su título. El elemento protagonista de ambos es el insecto. En “Caminantes” AranEzio realiza un homenaje a Antonio Machado a través de una serie de ilustraciones que dotan de aspecto humano a estos antiguos pobladores de nuestro mundo, todo este desde un trazo muy cercano al dibujo tradicional y al cuento ilustrado. “Porteadores de historia de Euskal Herria” es una original propuesta en la que insectos de corte mucho más realista soportan sobre sus exoesqueletos imágenes de diferentes lugares de nuestro territorio. Una metáfora de la memoria como aquello que aunque a veces sea invisible, nos acompaña en cada paso. De cómo lo pequeño es el elemento clave para sostener todo lo que nos define como sociedad. Y de que a pesar de la imagen de vulnerabilidad la fuerza reside en la identidad propia de cada una de las especies que son parte insustituible de un paisaje. Sin salir de Gasteiz, la sala subterránea de la librería Zuloa de la calle Correría, alberga hasta el 20 de junio los resultados de la colaboración entre la artista Dorleta Ortiz de Elguea (Gasteiz, 1973) y Detritus (Donostia, 1964). “Un cadáver delicioso” es el título de un relato escrito por Ortiz de Elguea que Detritus se ha encargado de ilustrar y que ha dado como resultado una publicación. El proceso pictórico, los dibujos originales, cuadros de gran tamaño que renuncian al bastidor y apuntes del artista donostiarra, es el material que conforma la exposición bajo el mismo nombre. Un realismo crudo pero que no da la espalda a todo aquello que define la pintura (materia, gesto, pigmento). Y a su vez, un uso de la tinta capaz de dotar de expresión a una atmósfera siempre pesada y plomiza. Se presenta entonces una oportunidad para acercarnos a los métodos de uno de los artistas más interesantes de su generación cuya obra nunca ha abandonado unos orígenes cercanos a la contracultura y los movimientos sociales.