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SORBURUA

Plantas al sol de verano


El primer síntoma es que las hojas se marchitan y se caen. No hay que alarmarse demasiado por estos síntomas, las plantas saben protegerse para después de un episodio de sequedad volver a recuperarse. Sobre todo las plantas de hoja caduca. Comenzar por regar las plantas más frágiles, las de cultivo reciente hasta las próximas lluvias. Plantas acostumbradas a la sequedad como salvias y lavanda agradecen el riego. Y también las suculentas que almacenas agua y nutrientes en sus hoja, sedum y cactáceas.

Siempre hay que regar en profundidad, que la tierra se empape. En terreno arcilloso deben regarse cada tres o cuatro días, en terreno arenoso cada dos días. Siempre al atardecer. Salpicar ligeramente el follaje. En tiempo normal hay que evitar mojar la parte verde, sin embargo, con síntomas de sequedad en la planta, algo de agua sobre la parte aérea hará más eficaz el riego para que circule por toda la planta.

Concentrarse en las raíces. Regad el suelo donde se encuentran la mayor parte de la raíces. En el caso de los arbustos, bajo las ramas, y no en la base del tronco. Con las vivaces apuntar el pie y sus alrededores. Evitad los riegos superficiales que incrementan la formación de raíces poco profundas. La planta acaba siendo adicta a este riego y será la primera en sufrir la sequedad de las altas temperaturas.

En un arbusto que presenta síntomas de sequedad lo urgente es efectuar una poda de protección. Cortar de un cuarto a un tercio del ramaje, escogiendo sobre todo las ramas viejas. Con esta operación ayudamos a la planta a pasar el primer momento, aunque tengamos que esperar un tiempo hasta que se vuelva verde. Este corte no debe hacerse en las plantas de hoja persistente, al cortar las ramas secas dejaríamos expuestas las hojas del interior que se achicharrarían al día siguiente.

Es inútil gastar agua y tratar de mantener con vida una planta no adaptada a la sequedad del lugar de plantación. Una hortensia que está sufriendo al sol, será mejor reemplazarla el próximo otoño por durillos, más resistentes y que toleran condiciones áridas.

Recuperar el agua de lavar frutas, verduras y legumbres para regar al pie de las plantas ornamentales.