Jone Buruzko
IRUDITAN

Pese a guerras y terremotos

Fotografía: Guerchom Ndebo | AFP
Fotografía: Guerchom Ndebo | AFP

El Centro de Investigación de Ciencias Naturales (CRSN) de Lwiro, ubicado en la conflictiva parte oriental de la República Democrática del Congo (RDC), sobrevive en tiempos difíciles a todo tipo de situaciones extremas. Creado en 1947 bajo la colonización belga –en una hacienda situada a 45 km de la ciudad de Bukavu, capital de Kivu del Sur– ha soportado diversas guerras desatadas en la región desde mediados de la década de 1990. Aunque el CRSN no fue saqueado, los combates llegaban hasta sus puertas. También ha aguantado frente a terremotos que destruyeron cientos de casas e hicieron desaparecer aldeas enteras sin que sucumbieran al desastre los jardines y claustros de esta institución que se mantiene contra viento y marea.

Carecen de internet y de medios de transporte, salvo algún vehículo viejo obsequio de alguna ONG que pasaba por allí y desde hace años su preciosa biblioteca, revestida de maderas exóticas, no recibe nuevos ejemplares como tampoco los laboratorios material ni los reactivos necesarios. Pese a los frecuentes cortes de luz, a los salarios míseros y a la falta de atención médica siguen funcionando. En este Centro de Investigación se estudian distintas materias como biología, geofísica, nutrición, medio ambiente terrestre y acuático... Entre sus preciados tesoros destacan libros antiguos, objetos de arte o especímenes naturales como estas aves que aparecen en la fotografía.