Los centros de formación y academias suponen un recurso útil para personas que quieren mejorar su capacitación laboral. Los hay de dos tipos: los que imparten enseñanza oficial, que tienen la correspondiente autorización de la Administración con competencias en materia educativa (como es el caso de los centros que imparten formación profesional), y aquellos que imparten enseñanza sin validez académica, cuya formación no tiene carácter oficial y los cursos impartidos no han sido homologados por organismos oficiales. 

Antes de contratar un curso en un centro que imparte enseñanzas no oficiales, es aconsejable tener en cuenta algunos aspectos:

- Contenidos del curso, metodología seguida (clases presenciales y/o a distancia, asistencia telefónica, material disponible, etc.).

- Duración del curso y programación.

- Títulos, diplomas o certificados que se expiden.

- Titulación o cualificación profesional del personal docente del curso.

- Precio total del curso y de los diferentes conceptos que lo forman, tales como matrícula, inscripción, gastos de material utilizado o de envío.

- Plazos de entrega de material, rescisión de contrato por incumplimiento de las partes.

- Formas y modalidades de pago. Ante la posibilidad de financiar el pago del curso hay que valorar la necesidad de obtener un crédito al consumo, y en su caso la posibilidad de utilizar otros medios de pago diferentes, siendo conveniente ver más ofertas de financiación porque las hay.

Se debe guardar la publicidad de las ofertas porque esta vincula y en caso de problemas se podrá exigir las condiciones que se incluyen en la misma. Habrá que verificar que en el contrato no se faculta al centro de enseñanza a la cesión o subrogación de su crédito, salvo que se consienta expresamente. La formalización del contrato o matrícula hay que hacerla en el domicilio social del centro y no en otro lugar; y hay que solicitar el documento de revocación del mismo.