Iker Fidalgo
Crítico de arte
PANORAMIKA

El arte y su sentido

Muchas son las maneras de entender el arte y muchas las formas que tenemos de llegar a él. Cada época y cada contexto marca unas pautas concretas para su disfrute. Las funciones de la creación artística han ido cambiando y evolucionando y su relevancia ha adquirido diferentes tonos. El arte es por tanto parte de nuestra sociedad. Se encarga de poner cara y ojos a aquellas cuestiones que tienen que ver con lo ideológico, lo perceptivo e incluso lo imaginado. La obra artística toma cuerpo cuando sucede la relación con ella. Cuando activa procesos que disparan reacciones y revuelve aquello que parecía fijo y establecido. Todo forma parte de un todo. Desde los primeros bocetos, ideas o acercamientos materiales y formales a la última de las presentaciones, exposiciones, reseñas en prensa o críticas.

También los libros especializados, la historia del arte, los catálogos o los folletos, sirven como una memoria de algo que existió en un lugar y en un momento. Se trata por tanto de una experiencia que se desarrolla en múltiples capas. Caminos que discurren de forma paralela y que se dirigen a tantas direcciones como opciones tengan a su disposición. Cada cierto tiempo aparecen debates sobre el significado del arte contemporáneo. Quizás la pregunta más acertada no sea tanto sobre lo que quiere decir sino sobre el sentido de su existencia. Y sobre esto, no cabe ninguna duda. El arte está porque nosotras estamos y seguirá siendo mientras nosotras sigamos.

El programa “Expodistrito”, dependiente del Área de Cultura del Ayuntamiento de Bilbo, inició el pasado septiembre una entrega más de su propuesta trimestral. La idea estructural de este “Expodistrito” es la descentralización del contenido cultural hacia otros espacios del territorio vizcaino. Para esto, entran en juego una red de centros municipales que actúan como sedes para la itinerancia de un programa expositivo que recorre estos escenarios entre septiembre y enero. Los siete distritos que conforman el mapa son Deustu, Uribarri, Otxarkoaga/Txurdinaga, Begoña, Ibaiondo, Abando y Rekalde. En la mayoría de las ocasiones, quizás por cuestión de logística de transporte y montaje, las exposiciones se proponen desde la pintura y la fotografía, dando un lugar protagonista a las piezas bidimensionales.

Para este fin de año son seis los proyectos que podrán visitarse. Entre todos ellos consideramos relevante destacar la serie fotográfica “Nostalgia” a cargo de Begoña Rodríguez o “¡Presentes!” de Lorena Pazos Rojo en la que se pone en valor la mujer en la cotidianidad. Desde lo pictórico merece poner en valor los cielos de Conchi Artero o los trampantojos de Santiago Ortega Sánchez Diezma que evocan la memoria de una vida pasada y de la transición de lo rural a lo urbano.

El artista Nori Ushijima (Japón, 1956) inauguró a finales de septiembre la segunda entrega de su proyecto expositivo “Tres décadas”. Un recorrido por su carrera que inició con una muestra correspondiente a su dedicación durante los años 90, el pasado 2020. Para esta segunda entrega que remite a la década los años 2000, Ushijima nos presenta una colección de pinturas que podemos acercarnos a conocer hasta el 2 de diciembre. La mayoría de las piezas son lienzos de gran tamaño que adquieren una presencia considerable, sobre todo en el primer tramo de la sala. En esta parte se nos ofrecen varios lienzos marcados por una paleta de colores tierras y ocres. El pintor trabaja desde la abstracción unos equilibrios compositivos que se desarrollan como nebulosas plagadas de diferentes luces y contrastes. En el segundo tramo de la galería encontramos obras con otra narratividad. Comienzan a aparecer figuras, contornos e imágenes que se apoyan desde el propio título, como si se nos invocara a identificar ciertos relatos concretos. Una buena oportunidad para conocer la producción de este pintor.