JUN. 18 2023 GASTROTEKA Una guía para el verano Javi Rivero Como algunos todavía no habéis empezado ni siquiera a plantearos las vacaciones, os voy a completar mi checklist de verano, como continuación al artículo publicado la semana pasada y por seguir dándoos ideas con las que soñar con las vacaciones. Familia, soy una persona de palabra y, tal y como os prometí, os voy a plantear algunos de los lugares en los que se come bien por un motivo u otro. En este caso, para los recién llegados, contaros que la semana pasada os hablé sobre las posibilidades que encontramos en Euskal Herria y zonas colindantes. Hoy, vamos a recorrer otras partes del Estado. Lo dicho, si todavía estáis pensando en salir por ahí en verano y os importa el comer y el beber tanto como a mí, si sois de planificar el viaje según dónde vais a comer, las líneas que vienen ahora os ayudarán a organizar un poquito más vuestras ideas. A quien haya hecho planes, a lo mejor no tanto. Salgamos de viaje. La última parada que os recomendé en el anterior artículo estaba en Zamora, en Castroverde de campos. Y, no muy lejos, a un par de horas, ya cerca de Madrid, en Ávila, se encuentra uno de los restaurantes a los que más ganas tengo de ir. Barro. Sí, se llama Barro el restaurante de un buen amigo, al que considero que será uno de los mejores cocineros del Estado. Carlos Casillas es una de las personas más brillantes que he conocido y con el que he hecho muy buenas migas. Carlos interpreta el entorno de Ávila con una perspectiva joven, naturista y de estética actual. Sin haber estado, no tengo dudas de que merecerá mucho la pena acudir a degustar sus preparaciones. Cerquita se encuentra Terra Buey, finca de unos también amigos que se dedican a la ganadería de estos animales y cuya carne ofrecen luego en su propio restaurante. Lo cierto es que se trata de un espacio espectacular en el que los bueyes tienen metros de sobra para campar a sus anchas. Se puede visitar esta finca y después degustar sus fantásticas carnes en su propio restaurante. Es un plan de día diferente que incluye una de las mejores chuletas de buey que he probado. Ya en Madrid, la oferta se dispara. Podría hablar sobre la gastronomía madrileña durante cuatro artículos y todavía se me quedarían cortos. La capital española es una fiesta culinaria se mire por donde se mire. Os he hablado muchas veces sobre los “garitos” a los que tendríais que ir a comer bacalao, oreja, callos, cocido etc. Hoy, os dejo otras recomendaciones a las que volvería una y mil veces. Apuntad esta lista: Sacha, Lakasa, Arima, Fismuler, Ikigai, Nakeima, StreetXo, Eter… y así ¡hasta el infinito y más allá! Y no hace falta decir que en Madrid no os va a faltar de nada prácticamente a cualquier hora. Pero, ¡ojo!, que Madrid cierra en agosto. Por “h” o por “b” y por el calor que sofoca las calles, muchos de estos establecimientos cierran en agosto. Hagamos un pequeño salto hacia el Mediterráneo. No es una costa que tenga del todo controlada. Además, siempre que he ido, me ha llovido. Sí. Aunque parezca mentira, cuando he ido al Mediterráneo de vacaciones, me ha llovido (casi siempre). Esto, por supuesto que no os va a pasar a vosotros, así que respirad tranquilos. Por tirar otra vez de capital, quedémonos con Barcelona que, junto con Madrid, se trata de la referencia gastronómica a nivel de tendencias. Tendencias aparte, en Barcelona sobran restaurantes de nivel. Los más destacables, para mí: Gresca, Hermanos Torres, y Granjaelena. Con otra filosofía y a un nivel terrible de cocina, se encuentra el restaurante especializado en “mar y muntanya” llamado Teoric. He comido allí en tres ocasiones y cada vez ha sido una experiencia mejor. ¡Qué manera de guisar! ¡Qué mano con el producto! Siempre que he visitado esta casa he salido deseando volver. Si os acercáis por ahí, les dais recuerdos de mi parte. Familia, todavía quedan algunos lugares que os quiero recomendar y eso que ya llevamos una lista, cuanto menos, curiosa e interesante. Sigo. Bajando hacia la costa castellonense y valenciana, la primera parada obligatoria está en el puerto deportivo de Oropesa, se llama Boga Taska y es uno de los mejores asadores en los que he comido. Miguel tiene una mano increíble con la parrilla, pero no solo viven de esto. Los domingos, acompañan con un dj los “esmorzaret” o lo que viene a ser nuestro hamaiketako. Apuntad todo lo que probamos en el mejor hamaiketako de mi vida: un torrezno frito con piparras de aupa, una tortilla de patatas con la que todavía sueño y, por último, el mejor postre del mundo. Callos. Nos pegamos este pedazo de homenaje de 11.00 a 12.00 de la mañana, justo antes de salir de vuelta. Lo dicho, apuntaos Boga Tasca. Un poquito más abajo, en Valencia y Alicante encontramos a Quique Dacosta, Vicky Sevilla, Ricard Camarena… todos ellos con restaurantes de estrella Michelin y que merecen mucho, mucho, mucho la pena. Ricard, además, tiene, igual que Quique, algún local más informal en el que degustar sus propuestas de manera más popular. Os confieso que, por la propuesta de producto y el clima, no es la zona a la que a mí más me gusta viajar, pero siempre me he llevado gratas sorpresas en cuanto a la comida se refiere. Giremos hacia Castilla La Mancha, tierra que cada vez cuenta con más cocineros jóvenes poniendo en valor este entorno. Ababol de Juan Monteagudo es uno de esos lugares que ansío visitar. En el mismo pueblo se encuentra Cañitas Maite y Oba. Son los espacios gestionados por Javier Sanz y Juan Shauquillo que, sin duda alguna, son referencia mundial de la gastronomía y están poniendo una manera de hacer sobre la mesa. También se encuentra el Bohio, Ancestral… Restaurantes con arraigo a la tierra y la puesta en valor del producto y el recetario manchego. Por último, os voy a recordar que ya os hablé, no hace tanto, sobre lo mágico de Andalucía y su duende en la cocina. Fue en la provincia de Cádiz, pero Málaga, Granada, Sevilla… todas están a la altura en cuanto al comer y al beber se refiere. No voy a decir nada sobre el sur porque muchos de vosotros lo conocéis mejor que yo. Antes de mandaros de vacaciones con estos dos artículos que forman una miniguía para este verano, os recuerdo que me encanta que me hagáis sugerencias, recomendaciones, que me contéis qué recetas hacéis y cuáles son las que más os gustan. Yo estoy que todavía no sé ni siquiera si tendré vacaciones pero, si al final las tuviera, acepto propuestas. Si me termina gustando, os prometo hablar de ellas. On egin!