7K - zazpika astekaria
MÚSICA

Charlotte Cornfield


Han pasado menos de dos años desde que “Highs in the Minuses” se convirtiera en el gran éxito de Charlotte Cornfield, una declaración de intenciones para la compositora de Toronto descrita por la revista “Rolling Stone” como «el secreto mejor guardado de Canadá». Cornfield salió de su reclusión pandémica con nuevos fans, grandes expectativas y su primera gran gira por Estados Unidos. Podría haber seguido de gira para siempre o podría haber huido a un bosque con un cuatro pistas para grabar sus canciones. Lo que hizo fue subirse a un viejo Subaru y conducir siete horas hacia el sur, hasta el valle del Hudson. El coche no tenía aire acondicionado, acababa de sacarse el carné de conducir y no conocía al productor con el que iba a reunirse. Pero cuando Cornfield llegó a Hurley (Nueva York), a la iglesia de paredes rojas que ahora es el estudio de grabación Dreamland, estaba preparada para lo que viniera después. «Había dejado de ser tan testaruda como solía ser», dice, «y acepté el carácter abierto de la vida».

Cornfield había llegado a Hurley para trabajar con el productor Josh Kaufman, entusiasmado por sus grabaciones con Cassandra Jenkins, Anais Mitchell y su propia banda, Bonny Light Horseman. El nuevo álbum que grabaron juntos, “Could Have Done Anything”, es un testimonio de la vida poco común de Cornfield y de sus posibilidades, un reconocimiento de que los mejores músicos pueden convertir momentos fugaces en canciones imperecederas. A lo largo de nueve magnéticos temas, la cantautora inicia otro capítulo: mirar hacia atrás para comprender dónde ha estado.

Mientras que los álbumes anteriores de Cornfield se hicieron en entornos familiares, con grupos de amigos, su último larga duración se adentra en lo desconocido. Kaufman y Cornfield tocaron ellos mismos todos los instrumentos, desde guitarras a acogedores pianos, Hammond B3, pedal steel y sintetizadores. Junto con el ingeniero D. James Goodwin (Kevin Morby, Whitney) y la ingeniera Gillian Pelkonen, la pareja trabajó de forma rápida e impulsiva, intentando reducir la distancia existente entre tener una idea y plasmarla en una cinta. El sonido resultante es a la vez elaborado y no ensayado; se tiene la sensación de que está cobrando vida en el mismo momento en que se graba.

«Las horas pasaron volando. Vivimos dentro de las canciones durante unos días», cuenta Cornfield. Se puede escuchar en un tema como “Cut and Dry”, donde un ritmo radiante y desenfadado forma el paisaje de una canción que habla de ver a las personas como un todo, junto con sus errores. Algo parecido ocurre en “In From The Rain”, donde trazan la evolución de una amistad, desde la intimidad hasta la decepción y la aceptación. Intimidad y ausencia van de la mano en “Could Have Done Anything” y se puede escuchar en los acordes que recorren las canciones.



Gus Dapperton

El ambicioso álbum “Henge” muestra a un Gus Dapperton construyendo un nuevo mundo que arrastra a los oyentes entre la noche y el día, la socialización y la soledad. Este nativo de Warwick, Nueva York, construyó el disco con el concepto de entrar en un submundo cuando se pone el sol y tratar de llegar a casa antes del amanecer o arriesgarse a quedar atrapado en un bucle temporal. Desde el punto de vista sonoro, el álbum ofrece un despliegue ecléctico contemporáneo, que en ocasiones se sitúa entre la new-wave de los 80 y el funk de los 70. Entre los colaboradores se encuentran Cruel Santino, Ocean Vuong y BENEE, con quien Dapperton se reúne musicalmente tras su éxito viral “Supalonely”.