Mariona Borrull
CINE

«Creatura»

Elena Martín y Alex Brendemühl son padre e hija en una historia sobre los bordes traumáticos del placer y el despertar sexual en la infancia.
Elena Martín y Alex Brendemühl son padre e hija en una historia sobre los bordes traumáticos del placer y el despertar sexual en la infancia.

La huella de Elena Martín Gimeno va más allá de las películas que dirige o interpreta, o de las obras de teatro que monta con Els Malnascuts y VVAA. Si acaso, el oficio de Martín es el de lingüista, o de cirujana, de exploradora a corazón abierto de aquellas experiencias que nos han marcado, pero para las que aún no tenemos palabras. Su debut como directora fue “Julia ist” (2017), sobre las mochilas que llevamos a la espalda y que no dejamos cuando nos vamos de casa. En televisión, ha escrito proyectos como “Vida perfecta” de Leticia Dolera, “La Veneno” de los Javis o “En casa”, la serie de HBO de la que también es creadora. Todas ellas reivindican la vulnerabilidad como un hogar posible.

Como actriz la descubrimos antes, en “Les amigues de l’Àgata” (2015), exitazo en Málaga que durante un tiempo guio todo lo que se exportaba a festivales desde las escuelas de cine catalanas. En el corto “Suc de síndria” (2019), Martín vestía la piel de una chica cuyo placer se ha visto capado por los ecos de un trauma pasado. El papel le daría la Biznaga de Plata a Mejor Actriz… “Suc de síndria” puede leerse sin dificultades como antesala de “Creatura”, su regreso a la dirección y al guion, escrito a cuatro manos con Clara Roquet (detrás de las páginas de “Petra” de Jaime Rosales o de “10.000 km” de Carlos Marques-Marcet, así como de su híper galardonado debut como directora, “Libertad”).

“Creatura” se estrenaba en La Quinzaine des Cinéastes del Festival de Cannes, donde ganó el premio de los exhibidores a la Mejor Película Europea y donde fue aplaudida por su valentía. La película de Elena Martín pone en imágenes aquello que pocas veces hemos abordado en la palestra pública y necesita ser desenterrado: tras mudarse con su pareja a un nuevo hogar, Mila (interpretada por la misma Martín) se da cuenta de que su pérdida de deseo se encuentra en sí misma. A partir de ahí, empieza un viaje en el que revisita experiencias de su infancia y adolescencia con la esperanza de reconciliarse con su propio cuerpo, cuya piel ha ido somatizando años de represión y malestares a base de sarpullidos.

Oriol Pla, Alex Brendemühl y Clara Segura (su pareja y sus padres en la ficción) completan el reparto de una biografía en tres tiempos, entre la Mila adulta y rota, flashbacks a las primeras veces de su yo adolescente y su “despertar sexual” como niña de cinco años. Un drama naturalista y lejos de todo morbo, “Creatura” en ocasiones toca zonas grises que nos incomodan… Porque nadie quiere reconocer la violencia, blanda e inconcreta, a la que se le ha sometido. El film reconoce aquel reflejo nuestro que la memoria, por analfabetismo y por trauma, ha querido esconder tras una coraza inmaculada y perfectamente frágil. Elena Martín, decíamos, sigue mirando allá donde nosotres aún no nos atrevemos.