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CONSUMO

Cargos fraudulentos en tarjetas


Los fraudes en tarjetas bancarias ocurren con más frecuencia de lo que creemos, sobre todo cuando no son importes relevantes, y es que la mayoría “peca” de confianza o de pereza a la hora de controlar sus movimientos bancarios. Hoy vamos a detenernos en los cargos menores, que no por ello carecen de mecanismos para poder recuperar el dinero.

En caso de utilización no autorizada de la tarjeta lo mejor es notificarlo sin demora a la entidad bancaria, en cuanto se tenga conocimiento de ello. Cuando el importe de una compra hubiese sido cargado fraudulenta o indebidamente utilizando el número de una tarjeta de pago, como persona consumidora titular de la tarjeta se puede exigir la inmediata anulación del cargo.

Si la persona titular de la tarjeta niega haber autorizado una operación de pago o alega que se ejecutó de manera incorrecta, corresponde a la entidad bancaria demostrar que la operación fue autenticada, registrada con exactitud y contabilizada, y que no se vio afectada por un fallo técnico u otra deficiencia. Sin embargo, el registro técnico no basta para demostrar que el pago fue autorizado. De ahí la importancia de solicitar siempre el justificante de pago bancario cuando damos nuestra tarjeta para los cobros, da igual si es en hostelería como en otro tipo de comercio porque es muy frecuente que renunciemos cuando nos preguntan si queremos la copia.

Otro caso distinto de cargos fraudulentos es por pérdida o sustracción de tarjeta porque entonces el titular soportará ante el banco un cargo máximo de 50 euros. Además, es necesario presentar denuncia ante la Ertzaintza o Policía. Pero en el caso actual deberá ser el banco el que asuma los cargos fraudulentos, así que en la reclamación escrita ante la entidad hay que recurrir al artículo 45 de la Ley de servicios bancarios para evitar que se desentiendan.