Mariona Borrull
CINE

«El sol del futuro»

Nanni Moretti es un cineasta político crepuscular en la película «El sol del futuro».
Nanni Moretti es un cineasta político crepuscular en la película «El sol del futuro».

Giovanni, un reconocido cineasta italiano (Nanni Moretti, autoficcionándose), está a punto de empezar a rodar una película categóricamente “política”, pero sostener una declaración de principios estable cuando el suelo bajo sus pies se tambalea, resulta un tanto más difícil de lo que creía. ¿Cómo luchar por un cambio real cuando se es ciego a los problemas en casa? Entre su matrimonio en crisis, la situación de su coproductor al borde de la bancarrota y una industria cinematográfica en pleno cambio, para Giovanni ¡todo parece estar en su contra! Adaptarse o morir -eso dicen-, y así nos va.

Giovanni está haciendo una película en cuyo poder transformador político cree firmemente, un film para examinar de una vez por todas los agujeros en el casco del buque insignia comunista italiano… Lo malo es que hoy en día nadie se acuerda de todo aquello. Nanni Moretti, director dentro y fuera de la ficción, recupera el nihilismo de sus diarios (“Caro Diario”, “Abril”, “Io sono un autarchico”), con un discurso de piel endurecida por años de decepciones: la juventud no tiene ni idea de la importancia del Partido Comunista en los años cincuenta, Netflix lo regaña porque a sus guiones les faltan giros que enganchen al cuerpo de espectadores que ya solo miran el móvil y, como buen cineasta moderno europeo, ha decidido que la película que tiene entre manos termine en el suicidio de su protagonista.

Mientras, su coproductor (Mathieu Amalric) lo entretiene adulándolo mientras se hunde en la bancarrota, su gran estrella (Silvio Orlando) acumula polvo e incluso su esposa y productora (Margherita Buy) empezará a financiar películas de un joven cineasta de acción, que esas sí dan dinero. Aunque el cineasta está convencido de que está haciendo una película política, su actriz (Barbora Bobulova) piensa lo contrario. Según ella, Giovanni está haciendo una película de amor y no se da cuenta. Y puede que tenga razón, pero ¿cómo negociar los límites entre quiénes somos y el amor que entregamos…?

En “El sol del futuro” Moretti se da de bruces contra su condición de cineasta crepuscular, pasado de rosca en su papel de hombre aquejumbrado y lejos de las películas pequeñas y enormes que lo consagraron. Hace tiempo de “La habitación del hijo”, que ganó la Palma de Oro en 2001, y mucho agua ha transcurrido hasta llegar a la melodramática y descafeinada “Tres pisos”... Apenado, el cineasta mira cómo su “Caro Diario” (Mejor Dirección en Cannes de 1994) pervive treinta años más tarde como un canto estacional y personalísimo, más que como la proclama política que es. Así, Moretti reemplazará motocicleta por patinete eléctrico, montará una “Noche americana” a destiempo y, con una ligera pátina de condescendencia (para qué negarla), se entregará al buen humor al que aspira cualquier abuelo cebolleta.