Hoy en día las redes sociales son una herramienta habitual para compartir información, tanto personal como profesional. Pero como nuevas tecnologías de la comunicación, sus avances corren más rápido que el marco de protección jurídica. De hecho la Comisión Europea aún está evaluando si la legislación de la UE en materia de consumo es capaz de hacer frente a las realidades del entorno digital. Y eso con la que está cayendo con el uso de la Inteligencia Artificial.

Las instituciones están lanzando recomendaciones para ese gran público que utiliza las redes con desconocimiento y alegría a la hora de volcar todo tipo de información (fotos, videos, etc). La Agencia de Protección de datos se ha centrado en la importancia de configurar las opciones de privacidad y seguridad de las redes más utilizadas -Instagram, Tik tok y WhatsApp-, ya que permiten controlar quién tiene acceso a las publicaciones, elegir quién te puede etiquetar. Por ejemplo, en WhatsApp para configurar la privacidad de esta herramienta, hay que entrar en la opción ‘privacidad’ y, a su vez, en ‘revisión de privacidad’, donde podrán modificarse las siguientes opciones:

Quién puede contactarte: Se puede bloquear contactos, silenciar llamadas de números desconocidos o limitar el agregarte a grupos.

Protección de la información personal: Se puede decidir quién puede ver la información y foto de perfil, así como la última conexión o la confirmación de haber leído un mensaje.

Mayor privacidad en los chats: Puede elegirse la duración para acceder a mensajes y archivos. Obtener copias de seguridad privadas.

Mayor protección en la cuenta: Activar la verificación en dos pasos y una pantalla de bloqueo adicional.

Dispositivos vinculados: Se puede cerrar sesión en dispositivos en los que alguna vez se ha iniciado.