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PANORAMIKA

Reaparecer

Una de las piezas de la exposición de Marta Serna, que puede visitarse en el Espacio Marzana hasta el próximo 10 de noviembre. (Espacio Marzana)

El papel de la mujer en la cultura parece ser siempre una asignatura pendiente. Durante muchos años, su presencia se ha visto eclipsada por la producción masculina y disciplinas tales como la historia del arte, la crítica cultural o el comisariado han colaborado en mantener este rol invisible. Incluso grandes nombres femeninos de la creación artística y cultural han sufrido las consecuencias de compartir parte de su vida junto a artistas hombres pues el sistema del arte las ha dejado siempre en la sombra, condenadas a vivir renunciando a su propio lenguaje para apoyar las prolíficas carreras de sus compañeros. “The Vanishing Lady”, que podría traducirse como la “dama evanescente”, es una ilusión mágica creada a finales del siglo XIX en la que un busto de una mujer desaparece ante el público de una forma inexplicable. Este truco de ilusionismo fue utilizado en varios momentos siendo uno de los más famosos el registrado por el cineasta Meliés en 1896, así como campañas publicitarias de unos grandes almacenes en Estados Unidos. La imagen de la mujer acompañante, la que desaparece, a la que el mago separa de su cuerpo para volver a unir o la azafata que se mete en el sarcófago, es en el fondo la perpetuación de una invisibilidad constante que da forma a los estereotipos femeninos.

Desde este punto parte la nueva propuesta expositiva del Espacio Marzana, inaugurada a finales del mes pasado. La artista Marta Serna (Madrid, 1969) se apropia del título del famoso truco de magia para dar título a su nuevo trabajo, solo que en esta ocasión el prefijo “un” en inglés cambia el significado de la palabra para convertirla en “Un-Vanishing Ladys”. Unas mujeres que ya no desaparecen ante el juego de ningún mago y que se reivindican como necesarias en el contexto social al que pertenecen. Serna vuelve así a exponer en la galería tras sus anteriores participaciones en el año 2020 o el 2015, entre otras. La exposición, que podrá visitarse hasta el día 10 de noviembre, combina diferentes disciplinas como la animación e incluso propone un montaje con trazas instalativas. El blanco y negro marca la composición de la sala y nos propone un lenguaje cercano a la ilustración, con fondos planos y trabajos de línea. Con todo, el protagonista indiscutible es el dibujo y el estilo reconocible de Serna, en el que un trazo firme y centelleante crea una serie de personajes de corte realista. Las mujeres que aparecen representadas parecen vestir atuendos a medio camino entre un futuro distópico y una tradición reinventada. Bailan juntas, posan desafiantes y se abrazan. Con sus gestos interpelan la mirada visitante y parecen divertirse mientras escriben, de su propio puño y letra, la historia que, esta vez sí, por fin les pertenece.