Gotzon Uribe
Crítico musical
MÚSICA

Kendra Morris

Hay algo innegablemente fuera de tiempo tanto en Kendra Morris como en su nuevo álbum “I Am What I'm Waiting For”. Combina voces potentes y ásperas con arreglos que delatan tanto una extensa colección de discos como un instinto caprichoso para elaborar canciones. Nos viene a la mente una Dusty Springfield al frente de Spoon en “Kill The Moonlight” o una banda de chicas de los 60 dirigida por Nick Lowe y PeeWee Herman. Es vibrante, variado y lleno de personalidad.

Morris es una consumada artista visual, por lo que resulta apropiado que su nuevo álbum adopte un enfoque collagista, recombinando con picardía todo tipo de ingredientes del rock and roll. Ahí están el descaro y la fanfarronería de Ronnie Spector, las esquinas más ácidas de las recopilaciones de los Nuggets, la música exótica de mediados de siglo o los chasquidos y ritmos urbanos de ESG.

Morris era una jovencita musicalmente precoz que, tras tocar en grupos del circuito hostelero de Florida, se trasladó a Nueva York para perseguir su sueño. Allí comenzó una etapa formativa de 13 años como camarera en el apreciado club The Library, en el Lower East Side. Un lugar que empujó a Morris directamente al corazón de la fértil escena creativa de Manhattan posterior a los Strokes. Anton Newcombe, de Brian Jonestown Massacre, vivía en el piso de arriba, el periodista musical Marc Spitz era un habitual y los artistas que pasaban por la ciudad iban a tomar copas después de tocar en la sala Bowery Ballroom. En esos momentos, Morris anhelaba unirse a esa escena de músicos que se encontraban al lado del bar.

Mientras tanto, la joven cantante perseguía sus sueños musicales. «Nunca acepté un no por respuesta. Si no tenía dinero, me las ingeniaba para conseguirlo: vídeos, ilustraciones, lo que fuera». Tras la disolución de su primera banda, grabó maquetas y actuó en solitario con grabaciones hechas en cassetes de sus propias armonías vocales. Gracias a estas actuaciones, se puso en contacto con el productor Jeremy Page y trabajó con él durante más de diez años. Fue una colaboración fructífera. Morris firmó con Wax Poetics para el lanzamiento de su conmovedor debut de 2012 “Banshee” y “Mockingbird” de 2013, autoeditó su EP de 2016 “Babble”-reeditado a principios del pasado año- y firmó con Karma Chief para publicar “Nine Lives” de 2022. Ha colaborado con DJ Premier, MF Doom, Ghostface Killah y David Sitek. Diferentes publicaciones la han catalogado como “una Janis Joplin moderna”.

A pesar de su sólida relación profesional y personal con Page, Morris sabía que necesitaba cambiar de energía para su próximo proyecto. Conoció al multiinstrumentista neoyorkino Torbitt Schwartz y se dispuso a realizar su nuevo álbum. Por suerte, el riesgo mereció la pena. “I Am What I'm Waiting For” no es solo una sofisticada y alegre reinvención sonora, sino una expresión sin filtros de la idiosincrásica visión del mundo de Morris.



Nick Cave & Warren Ellis

En 2022, Nick Cave y Warren Ellis volvieron a su Australia natal para dar 16 conciertos en la gira de su aclamado álbum “Carnage” de 2021. Actuaron durante tres noches seguidas en Sydney Opera House. Fueron una serie de conciertos culminantes de un viaje emocional capturados para un nuevo y luminoso álbum en directo. Si bien Ellis es miembro desde hace mucho tiempo de The Bad Seeds, esta fue la primera vez que la pareja realizó una gira por Australia como dúo. En ella, Cave y Ellis contaron con la colaboración de Colin Greenwood, de Radiohead, y Larry Mullins, habitual de The Bad Seeds, además de las coristas Wendi Rose, Janet Ramus y T Jae Cole.